Empresas y dictadura: crece la interna en la UIA

El rechazo de la Unión Industrial Argentina (UIA) a la creación de una Bicameral para investigar complicidades económicas y financieras con la última dictadura cívico-militar generó una crisis interna fuerte, la primera que afronta el flamante presidente de la entidad, Adrian Kaufmann Brea, de la alimenticia Arcor.

Además de haber dividido a las pymes del lobby de las grandes empresas –que impulsaron el cuestionamiento a la iniciativa del diputado Héctor Recalde-, también puso en alerta a segundas líneas de la entidad. Es que la gran mayoría se fue de la reunión del martes pasado confiando en que el comunicado sobre el tema pediría que “se respete el debido proceso”. Pero ocurrió casi lo opuesto: el documento consignó que el Poder Judicial “es el único con facultades constitucionales para administrar Justicia”.

Según consignó Tiempo Argentino, esta negación directa a la creación de una Bicameral -como la que hace poco se creó para investigar las cuentas ilegales de argentinos en el HSBC- se armó en una mesa de la que participaron Ledesma, Techint, Arcor, y la Asociación Empresaria Argentina (AEA). Esta entidad, monopolizada por Clarín, hace tiempo que pelea por demorar una de las causas que vinculan al holding con delitos en la dictadura: la causa Papel Prensa. Y un día después que la UIA, emitió un comunicado hablando de “estigmatización” de empresarios. Todos los mencionados están investigados en la justicia por esta cuestión.

Horas atrás, el presidente de la UIA Chaco, Andrés Irigoyen, puso en palabras lo que casi todos sus colegas pensaban: “Quien tiene tranquilidad de conciencia sobre el pasado no debería preocuparse. No veo la creación de la Bicameral como una persecución. Si la empresa tuvo un buen accionar y no tiene nada que ocultar sobre la dictadura no hay problema con la investigación”, explicó en diálogo con el programa Levantate, que se emite por Radio Cooperativa. Y agregó que “esta conducción de la UIA responde a los intereses de Ledesma, Techint y Arcor”. Ledesma, de la familia Blaquier, es una de las más afectadas en juicios por complicidad civil en los años de plomo.

El martes pasado, cuando se debatió el tema en la reunión del Comité Ejecutivo de la UIA, uno de los que levantó la voz a favor de la iniciativa de Recalde fue José Ignacio de Mendiguren, quien votó a favor del proyecto desde su banca de legislador del Frente Renovador. “Ustedes están locos, cómo no vamos a dejar que el Congreso ejerza la facultad que le corresponde”, dijo y se cruzó duro con Luis Betnaza, uno de los hombres de Paolo Rocca en la UIA, que ejerce el doble comando en las sombras detrás de Kaufmann. Lo respaldaron pocos, uno de ellos el líder de los empresarios del calzado, Alberto Sellaro. En esos cruces también se planteó que “no podía ser que el debut del nuevo presidente de la entidad fuese con un comunicado a favor de la impunidad”.

Este conflicto se inscribe en la sucesión del plástico Héctor Méndez. La candidatura de Arcor-Techint la impulsaron incluso aquellos que eran menos afines a las grandes corporaciones. Pero no imaginaron que en tan poco tiempo esas grandes firmas iban a tomar por asalto la UIA, monopolizando el discurso y los hechos hacia una tendencia netamente política, a favor de sus propios intereses.

APOYO PYME
El presidente de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN), Francisco Dos Reis, respaldó la creación de una Comisión Bicameral al señalar que «sólo habrá verdadera justicia cuando se haya juzgado a todos los involucrados con la última dictadura militar, pertenezcan al sector que pertenezcan, incluso a los empresarios».

Fuente: Infonews

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