Emiliano Gutiérrez Economista, miembro de IPC Online

 

Entre los rubros que van a impactar fuerte en los bolsillos en agosto, figuran los alquileres. Sucede que los inquilinos que tengan que renovar sus contratos este mes que estén bajo la Ley de Alquileres que rige actualmente tendrán aumentos por arriba del 60%.

Según un informe presentado por el economista Emiliano Gutiérrez, en Bahía Blanca los alquileres crecieron un 66% en el primer semestre del año.

 

«Se perdió la noción sobre los precios de alquileres debido a los grandes incrementos que tuvimos en el último», subrayó el especialista.

El cálculo surge de la variación que establece el Índice para Contratos de Locación (ICL) que elabora a diario el Banco Central (BCRA) y combina un mix del aumento de los salarios y de la inflación.

Si un inquilino firmó un contrato el 1 de agosto de 2021, debe renovarlo el 1 de agosto de 2022 con un 60,96% de aumento, por ejemplo. El panorama es poco alentador para los locatarios teniendo en cuenta que, con la aceleración de los precios en los últimos meses, las tasas de variación para los próximos días, también seguirían con la misma tendencia.

«Son varios los factores externos que perjudican esta formula: los precios al consumidor subieron 7,4% en julio de 2022 respecto de junio y 71% interanual. Acumularon un alza de 46,2% en los primeros siete meses del año. Por otra parte, el factor ley de alquileres que, en un principio buscaba ayudar al inquilino, y terminó perjudicando tanto al que alquila como así también al propietario», describió.

Finalmente, otros de los elementos a tener en cuenta respecto del mercado inmobiliario están vinculados: por un lado, la valuación en dólares y el pago en pesos y, por el otro, a la volatilidad de los precios de la economía.

Qué dice la Ley de Alquileres

Según la Ley de Alquileres vigente, el plazo mínimo para los contratos de alquiler de viviendas es de 3 años y el precio del alquiler se fija como valor único, por períodos mensuales y con ajustes anuales, que se efectúan en base al ICL.

Es decir, cada 12 meses los inquilinos deberán afrontar una suba en base a los aumentos salariales y la inflación, siempre sobre el valor original del alquiler.

Hasta fines de junio de 2020, antes de ser promulgada la Ley de Alquileres (27.551), el precio se definía cuando se firmaba el contrato, y ese monto total se dividía por los 24 meses de duración del alquiler y, en general, se pactaba con subas semestrales.

Otro de los cambios de la normativa fue que el mes anticipado y el depósito de garantía que deben abonar los inquilinos no pueden ser mayores que el equivalente a un mes de alquiler, respectivamente. En tanto, el plazo mínimo del contrato se amplió de dos a tres años.

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