Los cableoperadores dicen que en julio tendrán 2 millones, pero la cifra es de 650 mil que pagan.
Empezó el fútbol pago, pero por ahora no es el negocio que soñaron Fox y TNT cuando compraron los derechos, superando a la oferta de ESPN con la ayuda de Clarín, que resignó su juicio por la recisión de contrato con Torneos y eso fue decisivo para volcar la oferta. Recordemos que las firmas estadounidenses pagaron 1.200 millones de pesos de llave y 3.500 millones por año, consiguiendo un contrato de 5 años con opción a 5 años más.
Por ahora oficialmente sólo 650.000 abonados contrataron el pack fútbol en un panorama de 8 millones de familias que tienen cable, aunque extraoficialmente se habla de 800 mil abonados y calculan que para julio del año que viene van a llegar a los 2 millones de abonados, una cifra que solo sería el 25% de los abonados (en un país donde el fútbol es una pasión nacional que interesa al 90% de la población).
Los 300 pesos que pagan los abonados, según trascendió, se reparten en partes iguales entre las dos cadenas de TV y el cableoperador. Según las cifras, hasta ahora Cablevisión tiene 310.000 abonados, Direct TV 250.000, Telecentro 40.000 y Supercanal 50.000, por lo que el dinero recaudado no cambia demasiado las financias de los cables.
A 800 mil abonados, los cables recibirían a fin de año 320 millones de pesos cada uno, con lo que ni siquiera podrán cubrir el anticipo de 1.200 millones y todavía falta cubrir los 3.500 millones de la tasa anual por derechos. Es cierto que los abonados es sólo una parte y quizás minoritaria del negocio, porque también está la publicidad en las tandas y en los sobreimpresos, pero no se ve una tanda muy cargada, ni avisos que cambien demasiado la ecuación, por lo que se supone que por ahora el negocio es deficitario.
Lo cierto es que la gente se acostumbró a ver el fútbol en forma gratuita y se juntan aquel que no puede pagar un extra porque su economía no se lo permite, con el que no quiere pagarlo porque le parece «un abuso».
No obstante, los cableoperadores son optimistas y apuestan que con el tiempo les agarre a muchos un «síndorme de abstinencia» y decidan contratar el pack fútbol, que permita revertir la situación. La prueba de fuego será este fin de semana, cuando se juegue el Superclásico entre River y Boca, en el que al no haber público visitante los hinchas xeneizes tendrán como única opción ver el partido por televisión.
Por ahora se ven bares con más gente que la normal y «ñatas contra el vidrio» en las casas de electrodomésticos, símbolos de otra época que parecía que no volvería. Pero todo vuelve y el fútbol dejó de ser gratis.
Fuente: ambito.com