El que descubrió esta semana qué es un youtuber, seguro que pasó los 30 años y desconoce por completo qué miran en Internet millones de niños, niñas y adolescentes, que adoran esos videos y a los autores como fenómeno de época, similar al que en su momento fueron, salvando las distancias artísticas, los Beatles o, más actualmente, One Direction.
Según consignó Tiempo Argentino, ayer, miles de esos videoespectadores se apiñaron en un pabellón de la Rural para ver en vivo a ElRubius, Mangel Rogel, Marito Baracus, Julián Serrano, El Bananero y otros dueños de canales de YouTube que en total suman 60 millones de suscriptores y acumulan la enormidad de 5000 millones de visualizaciones. Y son apenas un puñado de exponentes hispanohablantes de este nuevo fenómeno de la red que es global.
«El programa La Tuerca no tenía un humor mucho mejor que esto», evaluaba Gillespi ante Tiempo mezclado en el público junto a sus dos hijos adolescentes. «Son divertidos, no vi mucho, pero algunos son graciosos. A mí me encantaría que mis hijos miren y lean a Groucho Marx, pero tengo que aceptar que estos hablan el mismo idioma que ellos», agregó el trompetista. Al lado, también acompañado por los hijos, el filósofo y escritor Alejandro Rozitchner reconocía estar algo extrañado del fenómeno, que evaluó como «invisible, pero cuando asoma tiene una fuerza increíble y va a evolucionar».
En el resto de este espacio de la Rural que en menos de 15 días albergará parte de la Feria del Libro, otros madres, padres, abuel@s y herman@s mayores, alejados de manera conveniente esperaban aburridos, pero también comprensivos de la excitación general. La rosarina Myriam, de 57 años, había viajado desde la ciudad santafesina para que la hija de 14 vea «al Rubius y a Julián Serrano». Desconocía la existencia de estos jóvenes hasta el miércoles, parecía resignada, pero aceptaba que ella había llevado a la niña a ver a Mercedes Sosa en su momento y que el fanatismo era casi el mismo que en la juventud tuvo por Palito Ortega. Otra pareja que había acompañado a dos hijas y una amiga comentaba que esperaban más del evento, pero aclaraban que lo comparaban con recitales.
El público –los organizadores informaron que en los tres días vendieron unos 30 mil tickets– era mayormente adolescente, looqueado según la tribu de pertenencia, pero sorprendía ver a niños, como Nacho, un youtuber de once años (Nacho escola) que comenta videojuegos. Según aseguró, en el grado de la escuela al que asiste hay otros dos «colegas». Otros dos jóvenes de 17 y 20 comentaban que se habían entusiasmado con crear su propio canal.
Este primer festival sudamericano de youtubers –en Estados Unidos ya se hicieron cinco– es resultado de un proyecto que inició hace menos de un año Club Media Network, integrado en gran parte por productores audiovisuales (muchos con años de trabajo en la televisión por cable) que un día descubrió que «los chicos no estaban en la tele» y así dieron con lo que consideran «artistas», explicó Solveig Madsen, COO de esta empresa que ayuda a entre 20 y 30 productores locales de 12 a 27 años a mejorar los propios canales y «convertirse en creadores visuales», y espera para fin de año llegar al centenar. Madsen adelantó que estos mismos artistas del festi val integrarán una gira sudamericana, cuyos detalles aún se definen, pero que de seguro incluirá un gran mercado como México.
Quienes no podían pagar los 1550 pesos del pase VIP, los 550 del semanal o los 350 del domingo, tenían la opción de abonar 75 y verlo por pantallas gigantes en un espacio armado en otro pabellón donde también se había montado una feria de atracciones, una pista de skate, un ring de lucha libre y hasta una peluquería de diseño y puestos de merchandising donde una credencial del club de fans cotizaba 25 pesos; anteojos o taza, 100 y gorra y remera, entre 150 y 200. El valor se incrementaba si llevaba logo, cara o frase del Rubius.
Porque por supuesto, la mayoría alrededor del escenario esperaba a este malagueño de 25 años, dueño de un canal de 11 millones de suscriptores (ver aparte). Había algunos que hasta acamparon en la puerta de la avenida Sarmiento para estar bien cerca o se fueron a las 5 de la madrugada.
Era la primera vez que este joven hacía una perfomance en vivo y se lo esperaba al cierre de esta edición como el plato fuerte, con nervios e histeria. Hasta entonces pasaron otros que sacudieron el pabellón con gritos, alaridos y carcajadas. Rap, música, electrónica y videos de Valen Etchegoyen, Primantes, el chileno Xodaaa, el colombiano Niko Arrieta, el peruano Whatdafaqshow, los argentinos Julián Serrano y Marito Baracus y el uruguayo El Bananero animaron la programación artística con perfomances preparadas para la ocasión.
El line up se repetirá hoy, al igual que los meet & greet (un mano a mano fugaz con el ídolo previo sorteo) y paneles con especialistas que dan charlas para contar el lado más serio detrás de este fenómeno, aquel que tiene ver con el negocio. Porque detrás de los personajes más conocidos que aparecen en YouTube hay muchas empresas que explotan el filón y facturan millones, mientras los medios de comunicación tradicionales intentan sacar tajada y colgarse del fenómeno que puede ser pasajero como el de los flogers o una bola que no pare de crecer.
Fuente: Infonews