Tras la decisión del Gobierno nacional de eliminar todo tipo de retenciones a la exportación de granos, carne bovina y aviar en la Argentina hasta el próximo 31 de octubre, cabe preguntarse no solo cuáles son las consecuencias en materia fiscal, sino también cuáles son las motivaciones políticas y económicas para explicar la medida.
Eduardo Buzzi, ex presidente de la Federación Agraria Argentina, expresó que «fue una medida que sorprendió a todos los productores, y se enmarca dentro de un largo proceso de improvisaciones y parches que este Gobierno está haciendo con la economía. Es una muestra clara de que es una economía raquítica y anémica, que hoy busca no solo del salvataje en Washington, sino también de la disponibilidad de granos de los productores. De ahí se explican estos incentivos, aunque no hay dudas de que luego del 31/10 le seguirán chupando la sangre a los productores».
«Bahía Blanca y la zona tienen una mayor incidencia del trigo y el ganado, y yo me pregunto cómo se puede planificar un esquema ganadero así, si se necesitan dos años para criar un ternero. Es un fracaso de la política económica para los sectores productivos, menos para los timberos que ahora quieren recuperar los dólares» Eduardo Buzzi.
Repasando el contexto histórico, el dirigente planteó que «estamos en presencia de un Gobierno desesperado por reponer los dólares perdidos para estabilizar el tipo de cambio. Es una película que ya vimos en 2018 con Macri y esta misma gente, y por eso fueron al FMI a pedir $45.000 millones de dólares. También así fue el blindaje de De La Rúa y Cavallo en agosto de 2001, que luego terminó con la explosión de diciembre. Hoy hay ciertas cuestiones nos marcan una repetición de esa historia, y no caben dudas de que la calma que lograron esta semana es transitoria, y que los productores que hoy venden lo hacen por necesidad, no por confianza en este modelo».