Familiares y compañeros de trabajo del fotógrafo José Luis Cabezas lo recordaron este miércoles a 20 años de su asesinato en Pinamar, mientras realizaba una cobertura de verano para la revista Noticias.
María Agustina Cabezas, hija de José Luis, dio a conocer una emotiva «Carta Abierta», donde recordó los momentos vividos junto a su padre y su trágico final a manos de un «grupo de tareas» que respondían al empresario Alfredo Yabrán.
«No es fácil decirte estas palabras, porque 20 años son casi toda mi vida, casi toda la vida de mis hermanos. Y cuando te mataron, yo apenas tenía 6… Como sabrás, en muchos momentos, sobre todo los primeros tiempos, te necesité demasiado, permanentemente. Ante cualquier tarea del colegio, para mi cumple de 15, en los Días del Padre. Porque sí, ya sé que son días comerciales, pero cuando mis compañeros planeaban qué regalarles a sus papás, yo no planeaba, yo sabía que no podría regalarte nada, ni un abrazo», señaló la hija de Cabezas en su carta abierta, que fue publicada por la revista La Garganta Poderosa.
Más adelante, recordó: «Y no, tampoco puedo evitar pensar tu ausencia omnipresente en mi futuro, cuando tenga hijos y no puedan conocer a su abuelo. Se hace difícil, viejo. Aquella noche, yo estaba de vacaciones con vos, en Pinamar, junto a mis hermanos Juan y Candela, recién nacida. ¿Te acordás? Mamá pasó a buscarnos de inmediato, para volver a Capital. Y al día siguiente supimos que habías muerto. Que habías muerto, «en un accidente de autos».
María Agustina repasó la pasión de su padre por la profesión de reportero gráfico y en ese sentido dijo que «esa pasión, como esos álbumes, por supuesto la heredé de vos y me hace sentir orgullosa, cada vez que agarro una cámara tratando de hacer una imagen «copada», aunque después no me salga como las tuyas. Es necesario recordarte, para mí y para todos. Es necesario que nadie olvide jamás lo que te pasó. Y aunque me dé impotencia que ninguno de los responsables esté preso, quiero que sepas que tengo una mirada distinta a la mayoría sobre la cárcel. Pues tal como existe, entiendo, no sirve para nada».
Sobre las líneas finales de su carta sostuvo: «En definitiva, nadie me podrá devolver a mi papá. Me quedo con la libertad para recordarte, como te recuerda este grito con toda La Garganta, para que una y mil veces más el mundo haga memoria: «¡No se olviden de Cabezas!».
«Ahora, eso sí, para mí, el 25 de enero representa tan sólo un día más, porque a vos, viejo, a vos te pienso siempre. Te pienso cotidianamente. Te pienso en tu cumpleaños. Te pienso cuando me despierto. Te pienso cuando me acuerdo que soñé con tu cara. Y hoy también, claro», finalizó.
En tanto, el presidente de la Asociación de Reporteros Gráficos (aRGra), Ezequiel Torres, recordó a como «un laburante asesinado por cumplir su trabajo».
«José Luis fue un fotógrafo que por desarrollar su trabajo fue brutalmente asesinado por una patota de policías de la Bonaerense. Tenía 35 años, estaba en pareja, tenía tres hijos y era un simple trabajador de prensa», evocó Torres en Radio Télam.
Torres fue uno de los oradores principales del acto que se realizó en el Museo de la Memoria (ex ESMA), donde aRGra instaló una gigantografía alusiva a Cabezas.
Otros oradores fueron el secretario adjunto del Sindicado de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), Rubén Schofrin -quien al igual que lo era cabezas es trabajador de Perfil- y el secretario de Derechos Humanos de este gremio, Tomás Eliaschev, quien destacó que «reivindicamos a Cabezas y reivindicamos la libertad de expresión», al cuestionar el Protocolo de Seguridad dispuesto por el Gobierno y que, «además de cercenar el derecho a la protesta, coarta la libertad de expresión al disponer que los trabajadores de prensa trabajen encerrados en un corralito».
Por su parte, María Cristina Robledo, viuda del fotógrafo José Luis Cabezas, lamentó que quienes mataron al fotógrafo estén en libertad transcurridos 20 años del hecho y los calificó como una «manga de asesinos» que «ahora están sentados en sus casas, seguramente mirando la tele».
En el acto realizado en la cava de General Madariaga donde apareció el cuerpo del reportero gráfico de la revista Noticias, asesinado el 25 de enero de 1997, Robledo señaló: «Estamos acá gracias a esa manga de asesinos, que ahora están sentados en sus casas, seguramente mirando la tele».
Robledo se refirió así a la situación de todos los condenados por el asesinato, que gozan de libertad, incluido Gustavo Prellezo, quien el 21 de diciembre pasado quedó en libertad condicional por una decisión de la Cámara Penal de Dolores.
«Estamos acá, donde ocurrió todo, con el corazón en la mano», dijo la viuda de Cabezas, en declaraciones a la prensa. Robledo, junto con Gladys Cabezas, la hermana de José Luis, colocó una ofrenda floral ante el monolito que recuerda al fotógrafo asesinado por orden del empresario postal Alfredo Yabrán. Las dos mujeres se fundieron en un abrazo.
«Me costó mucho venir hasta la cava, hacer ese camino. Se me hizo eterno», confesó la viuda del reportero gráfico asesinado.
Fuente: ambito.com