El viernes pasado se llevó adelante una reunión de trabajo entre el intendente municipal Federico Susbielles y las autoridades de la Cruz Roja Argentina. En ese marco, la institución hizo entrega de equipamiento médico destinado al Centro de Salud de Villa Harding Green, que será inaugurada en las próximas semanas. La donación forma parte de un extenso acompañamiento que la organización sostiene en Bahía Blanca desde la inundación del pasado 7 de marzo.
Diego Tipping, presidente de la Cruz Roja Argentina, afirmó que «es importante entender que la emergencia no terminó. En este momento y a tres meses de la inundación, es importante tener seis centros de salud para que la gente se atienda en sus comunidades, descomprimiendo así los hospitales. En ese sentido debemos seguir acompañando a la reconstrucción de la ciudad. Se necesitan muchos años de presupuesto, y no todo puede ser responsabilidad del Estado; las empresas, los individuos y las instituciones deben aportar lo suyo. Hemos aprovechado para donar desde equipamiento hasta computadoras y mobiliarios, todo lo que la Secretaría de Salud nos pidió minuciosamente».
⛑️ La Cruz Roja continúa acompañando la recuperación de la ciudad.
El intendente @fsusbielles recibió de parte de Diego Tipping, presidente de @cruzrojaarg, la donación de diversos elementos para equipar el nuevo Centro de Salud de Villa Harding Green, que pronto abrirá sus… pic.twitter.com/c9onhUab7c
— Municipio Bahía Blanca (@MunicipioBahia) June 6, 2025
«Nuestra sede en Bahía Blanca está ubicada en Blandengues 454; es una sede que alquilamos, porque nuestra sede propia en calle Neuquén la tenemos usurpada. Esperamos que la Justicia acelere esa restitución del inmueble que el Municipio de Bahía Blanca nos donó» Diego Tipping.
¿De qué manera se fue organizando la asistencia a las personas damnificadas por la inundación? El dirigente marcó que «la primera respuesta directa estuvo destinada a unas 40.000 personas, y de forma indirecta a 140.000 personas coordinando con fuerzas públicas y civiles auxiliando a personas evacuadas. La vuelta a casa tras la tragedia es crítica desde lo sanitario y lo emocional, y allí debemos estar cerca de las personas. A eso le sigue una etapa de mediano y largo plazo, donde debemos entender la catástrofe y su efecto mental. Luego, lo clave es ayudar a reconstruir los lugares claves de la vida de las comunidades, donde las comunidades viven y desarrollan su día a día. Si bien hoy ves a Bahía Blanca con sus locales abiertos, puertas adentro la emergencia continúa«.
Por último, Tipping concluyó que «en las consecutivas catástrofes que se fueron dando en Argentina hemos visto que la gente siempre se compromete en ayudar al otro. Lo que ha pasado en Bahía Blanca supera cualquier capacidad de respuesta porque hay gente que queda aislada; en esos casos la comunidad ayuda a la comunidad, y la respuesta posterior siempre tarda un poco más. Por suerte la transición durante la emergencia fue pacífica, aún sabiendo qué estados de ánimos pueden traer consigo».