Distintas referencias del ámbito de las ciencias y la investigación de nuestro país expresaron su rechazo a la decisión de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (I+D+i) de anular el financiamiento de proyectos ya otorgados, hecho que en la práctica significa dejar de financiar la investigación básica.
Una de las instituciones que expresó este repudio es la Sociedad Argentina de Investigación en Neurociencias, cuyo presidente Diego Rayes aseguró en comunicación con Radio Urbana que «esta decisión viene a confirmar el comportamiento que vemos hace ya dos años. Básicamente, desde la Agencia I+D+i anunciaron que no se iban a pagar los financiamientos de los proyectos aprobados en 2022, al mismo tiempo que cerraron la convocatoria 2023, que venía atrasada. Es una total falta de consideración hacia los científicos y la ciencia como tal, porque no solo han desfinanciado proyectos ya adjudicados, sino que además propusieron una nueva manera de financiar la investigación que deja afuera a la ciencia básica, la que se pregunta cómo funcionan las cosas, y la que más fuerza transformadora tiene».
— Agencia I+D+i (@agenciaidiar) December 4, 2025
«Las autoridades de la Agencia parecen tener un desconocimiento de cómo funciona el ecosistema científico, dejando fuera del financiamiento a la ciencia de alto riesgo, la que el privado en general no suele sostener. Así no se puede sostener el sistema científico de un país» Diego Rayes.
¿Cuál es la importancia de la ciencia básica en la investigación? El profesional indicó que «el privado tiene una lógica empresarial de inversión con poco riesgo, y la ciencia básica implica riesgo porque se estudian cosas desconocidas, que quizás tengan luego una aplicación concreta que sirva. En general, todos los investigadores reconocidos que ganan premios internacionales los han conseguido con investigaciones en ciencia básica, replanteando dogmas. Es necesaria porque no podemos aplicar algo que no conocemos, para generar conocimiento debemos tener ciencia básica. En todos los países, esta ciencia se financia a partir de fondos públicos, y está ligada en muchos casos el crecimiento de muchos países que hoy son potencia. La ciencia no es un lujo; si no hay inversión perderemos capacidad de autonomía, crecimiento y desarrollo«.
Finalmente, Rayes marcó que «con solo alguna investigación que de frutos en términos económicos, con la posibilidad de vender la tecnología desarrollada al exterior, recuperamos todo lo invertido en ciencia básica; es un sistema que se retroalimenta. Toda esta situación genera que hoy muchísimos investigadores y estudiantes jóvenes piensan en irse del país, cambiar de trabajo o incluso hacen trabajos extras para sustentarse. Es muy triste lo que ocurre, que profesionales formados por la universidad pública y el CONICET terminen en otros destinos laborales».
