La Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) expresó su inquietud por la paralización de obras públicas de financiación nacional en todo el país. Particularmente, a través de un comunicado aseguraron que «peligra el futuro de 1.400 empresas y 200.000 empleos. El peligro de despidos masivos, de reducción a la mitad o menos de las plantillas de personal, y la quiebra de un sinnúmero de empresas constructoras y sus proveedores es inminente».
Diego Moguiliansky es el presidente del CAMARCO local, y marcó en comunicación con Radio Urbana que «es una situación general en todo el país. Es crítica y viene desde fines del año pasado con la alta inflación, pero la última devaluación, sumada a la decisión del Gobierno nacional de parar toda la obra pública parece ser la estocada final para la industria. Hoy no tenemos funcionarios nombrados en el área. Mientras tanto las empresas no tenemos ingresos, una alta deuda, los intereses bancarios y las intimaciones de AFIP siguen, y los sueldos hay que pagarlos. La situación se hace imposible».
◼️El Consejo Federal de CAMARCO declaró el Estado de Emergencia en todo el país para el sector y advirtió por la grave situación que afecta a más de 1.400 empresas y 200.000 empleos.
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— Cámara Argentina de la Construcción (@CamarcoArg) February 1, 2024
«Estábamos muy esperanzados en la ciudad, tratando de prepararnos para grandes inversiones. Pero hay tanta incertidumbre que no podemos asegurar nada a esta altura. El Puerto es el único lugar donde hay otra capacidad para seguir con obras.» Diego Moguiliansky.
¿Cuáles son las expectativas para los próximos meses? El empresario aseguró que «los desarrolladores inmobiliarios nos comentan que esto viene muy mal porque es difícil fijar un precio, los valores de los materiales son inciertos, los inversores con ahorros prefieren guardarlos y los créditos son nulos. Una obra no es apretar un botón para frenar y retomar, hay gente involucrada, movilización de personal y equipos. No es sencillo pararla y continuarla. Lo llamativo es que algunas obras tienen financiamiento internacional y sin embargo también están paradas. Se ha roto la ecuación financiera y no parece haber un acuerdo cercano para que se reactiven. Se ponen en juego cerca de 200.000 puestos de trabajo en todo el país y 1.400 empresas que pueden ir a la quiebra. Desde septiembre que no cobran y no se pueden mantener los gastos fijos mucho tiempo sin cobrar un peso. En Bahía Blanca cualquier colega te dice que tuvo que despedir gente«.
Por último, Moguilianksy se refirió a los dichos del Presidente Javier Milei, donde se refirió a la CAMARCO como la ‘Cámara de la Corrupción’, relacionándola particularmente con la llamada causa de los cuadernos: «La Cámara de la Construcción se compone de empresas PyMEs que trabajaron mucho y nada tienen que ver con ninguna causa donde están involucradas menos de 15 empresas. Es un juego de palabras para justificar este accionar del Estado. Si bien son soberanos para decidir dónde invertir, no pueden incumplir de manera unilateral un contrato donde las empresas establecieron acuerdos con terceros, y donde hay mucha gente involucrada. Al día de hoy no hay funcionarios nombrados, por lo que nos es muy difícil tener interlocutores con el Gobierno nacional».