Diego Maurizi, infectólogo del Hospital Municipal

Los últimos días se encendieron las alarmas en la Provincia de Tucumán tras un brote de neumonía que dejó 6 muertos y 22 infectados. Todos ellos se dieron entre pacientes o trabajadores del Hospital Luz Médica de la capital tucumana. Para entender mejor de qué se trata esta bacteria es que hablamos con Diego Maurizi, infectólogo del Hospital Muncipal de Bahía Blanca.

El profesional explicó que se trata de «un germen que está en todo el mundo, es un patógeno ambiental que parasita a las amebas en el agua. La cantidad de brotes de Legionella en el mundo en los últimos 20 años va en ascenso, y los reportes son muy claros. Aumentan los casos de neumonía graves en hoteles, hospitales, lugares donde uno se da baños termales, fuentes ornamentales»

En cuanto a los síntomas que pueden aparecer por la infección, «hay un porcentaje de población del 5% con anticuerpos contra la Legionella, que si los reciben en cantidades bajas el sistema inmune los repele. Si es más grande puede haber fiebre o decaimiento, y si es mucho más grande puede terminar en una neumonía«.

«No es una enfermedad que se transmita de persona a persona, no vamos a tener brotes nacionales o provinciales» Diego Maurizi.

¿Qué cuidados deberíamos tener para evitar la propagación de la bacteria? Maurizi marcó que «uno debería tener precauciones para que no crezca en cantidad elevada y permita infección. El agua caliente debe estar a más de 50 grados, y la fría a menos de 20, y hay que clorificar el agua. Debe estar a esa temperatura para que no se reproduzca. Tiene que ver también con agua estancada o el grado de limpieza e higiene de los lugares. La cantidad elevada de gérmenes aumenta la infección».

En cuanto al peligro que esto representa en hogares, el infectólogo explicó que «la Legionella puede situarse en el tanque de alguna casa, pero no se da en cantidades lo suficientemente grandes como para que cause neumonía en una familia. Esto debe servir para ir a controlar el tanque de agua de cada uno de nosotros. Lo más importante es que el nivel de cloración del agua esté controlado, esa medida es suficiente. Con el agua de pozo es que tengamos cañerías en condiciones, sin pérdidas. Luego con el uso del agua normal no se suelen acumular tantas condiciones para que surja la Legionella«.

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