Sigue vigente por séptimo día consecutivo el paro impulsado por trabajadores aceiteros a nivel nacional. El mismo es motivado por distintas cuestiones que tienen que ver en primer término con las paritarias fallidas, así como también con la vuelta del impuesto a las ganancias.
Diego Márquez, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros local, expresó que «no tuvimos ninguna comunicación en este tiempo. Nosotros quedamos de rehenes en la disputa que llevan adelante las empresas con el Gobierno. Cuando empresas de este rubro están detrás de alguno beneficio, suceden estas cosas. Las empresas quieren un dólar diferenciado y actualizable a ciertos parámetros, y nosotros quedamos en el medio de la situación».
A ello agregó que «desde el martes que iniciamos la huelga no hubo ningún intercambio, solo anuncios mediáticos sobre la predisposición al diálogo, pero no nos han planteado ninguna propuesta. Si la hubiese, nos sentaríamos a hablar, pero están negociando otras cosas por afuera, por eso no está la propuesta. Están negociando la diferenciación del dólar y las retenciones, todo para aumentar su ganancia. Nosotros pedimos un aumento salarial que representaría para las empresas un total de 3 millones de dólares por mes, y dicen que con nuestra medida de fuerza pierden 50 millones por día. Imaginate el margen de ganancia que tienen y la diferencia que hacen».
Por último, Márquez aseguró que «la ley plantea un salario mínimo de dignidad que debe cobrar un trabajador. Debe cubrir ciertas necesidades: alimentación adecuada, una vivienda digna, asistencia sanitaria y cobertura medica, una vestimenta adecuada, acceso al transporte, tener esparcimiento, vacaciones y previsión. Eso está en el articulo 14 bis y el 116 de la Constitución. Nosotros luchamos por eso, y nunca hubo problemas para pagarlo. Veremos cómo evoluciona durante los próximos meses, pero la discusión principal está en el salario mínimo vital y móvil«.