Claudio Videla, camarógrafo y su ayudante, Mara Solis, fueron retenidos arbitrariamente durante la visita de María Eugenia Vidal a la ciudad en el encuentro de ADEPA.
En la antesala del Teatro Municipal se encontraban varios periodistas y personal de la municipalidad. Mientras esperaban la llegada de la gobernadora, Analía Larrea, militante del Partido Comunista, quiso acceder a la charla pero le impidieron el paso. Mientras Analía pedía que la dejaran pasar, Claudio Videla vio una posible nota. Se acercó y comenzó a filmar. «Encendí la cámara y pedí que la dejaran pasar. Había quedado sin darme cuenta encerrado. Este hombre me pide la credencial, no se identificó, estaba de civil, no esgrimió placa ni nada que me ayudara a identificarlo. Lo sopesé en ese momento, no voy a dejar de filmar por mostrar la credencial. Le dije que la mostraba luego, me dijo vení. Yo no accedí y me agarró de la campera. Pego el tirón en un acto reflejo y me llevaron ante la mirada de varios periodistas»
Una vez afuera Claudio le pidió a los civiles que lo soltaran que se iba a su casa, aun creyendo que era personal de la municipalidad, pero lo llevaron a una camioneta sin identificación: «En ese momento buscaba un uniformado para gritar. Cuando me llevan en el camino cruzando calle Alsina, a las 3:30 de la tarde, me torcieron los dedos y los brazos. El que me detuvo en un primer momento estaba enfocadísimo en la cámara, quería sacármela, torció el soporte del flash, tironeó de ella, estaba tan enceguecido que tuvieron que frenarlo los compañeros. Cuando llego a la camioneta comienzo a gritar de la desesperación. Hasta que veo un uniformado que se acerca y de muy mala manera dice que me ingresen al vehículo que me llevaban a la DDI».
EL TESTIMONIO COMPLETO DE CLAUDIO VIDELA