La semana pasada el INDEC reveló los índices de pobreza e indigencia del segundo semestre del 2021. Los mismos informaron que la pobreza alcanzó al 37,3% de la población argentina (10,8 millones de personas), siendo quienes no llegan a cubrir los gastos de una canasta básica. Mientras tanto, el 8,2% (2,4 millones de argentinos) es indigente, al no tener ingresos suficientes para llegar al valor de la canasta alimentaria.
En Bahía Blanca, el dato de la pobreza asciende al 30% de su población, representando 97.825 personas, mientras que la indigencia es del 6,7%, alcanzando a 21.107 bahienses.
Sobre esto habló Daniel Arroyo, diputado nacional y ex ministro de Desarrollo Social de la Nación. En primer lugar, fue tajante al marcar que «la situación social es crítica«. Luego, esbozó tres razones por las cuales la pobreza bajo un 3,3% a nivel nacional en comparación al primer semestre del 2021. Detalló que «los datos del INDEC marcan una reducción de la pobreza por tres situaciones: En ese tiempo ha habido más actividad económica y eso hoy continúa, porque se han volcado muchos recursos del Estado en programas de apoyo, y porque en ese tiempo se había paralizado el crecimiento del precio de los alimentos«.
Aún así, lejos estuvo el legislador de tomar estos datos como positivos. Arroyo puntualizó en una dificultad central para la realidad argentina: la inflación. Dijo que «en un contexto de mayor actividad económica el problema es llegar a fin de mes. Debemos poner en marcha un plan antiinflacionario de tres partes: la primera se está haciendo con el fideicomiso con el tema de las harinas y los precios de los alimentos, desenganchando el precio internacional del nacional; lo segundo es un tema de créditos, ya que una gran parte de los productores no llegan a ellos; y finalmente la cuestión macroeconómica, de déficit fiscal y emisión monetaria«.
«En este contexto no es posible pensar la cuestión de una manera gradual, la situación social es muy crítica y la sociedad argentina no puede sostenerse con dos años más de 50% de inflación» Daniel Arroyo.
¿Cuáles son las dificultades que se presentan al querer abordar este plan económico en un contexto de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional? Según Arroyo, «este acuerdo no es sobre políticas públicas sino sobre metas. Hay que bajar el déficit fiscal y la emisión monetaria, pero las políticas y acciones dependen de lo que llevemos adelante nosotros. Por supuesto es una situación compleja con revisiones trimestrales, pero hay más autonomía».
Sobre el rumbo que debería tomar el Gobierno en el corto plazo, el diputado enumeró «tres políticas de Estado qué hay que abordar rápidamente: una reforma de la escuela secundaria del siglo XXI, mezclando escuela y trabajo. Luego trabajar acerca del sobreendeudamiento de las familias. Y tercero, transformar el proceso de planes sociales en trabajo. Está quebrada la relación entre la sociedad y la política, y la tarea que tenemos es resolver estas tres cosas».
«Las miradas distintas forman parte de cómo se conforman los gobiernos de coalición. Hay debates pero con un objetivo en común. En términos generales hay consensos sobre que el problema es la inflación. Es un tema muy complejo que no se resuelve con títulos fáciles y requiere de una política integral.» Daniel Arroyo.