Damian Ramajo, investigador del Conicet y docente de la Universidad del Litoral (UNL)

Colectivos: la importancia de la ventilación cruzada
La segunda ola ya está presente y es muy importante tener conocimientos claros de por qué se pide esto; no es una medida aislada, sino que forma parte de un conjunto de cuidados. Damian Ramajo investigador del CONICET, explicó qué es “realmente es fundamental”, en base a estudios que han realizado, tanto numéricos como experimentales, para verificar cómo la ventilación mejora sustancialmente el aire. “Cuando uno abre las ventanillas de los colectivos -capaz será molesto para los pasajeros cuando haya bajas temperaturas-, realmente mejora la ventilación de forma sustantiva”.

Damian Ramajo, investigador del Conicet y docente de la Universidad del Litoral (UNL), junto a Santiago Corzo realizó un estudio sobre el comportamiento del coronavirus en los colectivos en diferentes situaciones por ejemplo a través del aire acondicionado y en el destino de las partículas que salen de la boca y la nariz de los pasajeros.

 

«Si viajas con el barbijo bien colocado y están todas las ventanas abiertas, en un viaje de 20 o 30 minutos el riesgo es bajo».

Para minimizar los riesgos de contagio dentro de un colectivo, se debe viajar con las ventanillas abiertas en todo momento, lo que permite tener una ventilación cruzada eficaz.

«Si las condiciones se dan, el viaje se puede tornar seguro, siempre y cuando tampoco haya aglomeración excesiva», aseveró.

Cómo mitigar la propagación

Una persona asintomática puede no presentar signos de la enfermedad pero, aun así transmitir el virus. Los especialistas insisten en que el recambio de aire, el uso correcto del barbijo y el distanciamiento social son fundamentales en cualquier caso, pero mucho más en espacios cerrados. Abrir las ventanas del colectivo permite que el aire interior, que podría estar cargado de partículas virales, se diluya con el exterior. El tiempo que se necesita para hacer un recambio completo de aire varía según la dimensión del espacio, la cantidad y el tamaño de las ventanillas, la ocupación del lugar y factores climáticos, entre otras variables. Para el caso del transporte, también dependerá de la velocidad de circulación de la unidad.

La situación ideal 

Mantener silencio durante el transcurso del viaje es otra forma de reducir la transmisión del coronavirus. Al respirar, se emiten entre dos y cinco veces menos partículas que al hablar, por lo que permanecer callados durante el viaje es un modo más de colaborar en la mitigación de riesgos. La disminución general de partículas, el uso apropiado del barbijo, que filtrará algunas de ellas, y las ventanillas abiertas, que permitirán el recambio del aire, reducirán de manera contundente la contaminación en el ambiente. Se trata de la escena “ideal” en un contexto de crecimiento sostenido de casos que es urgente revertir.

Para finalizar,  investigador del Conicet, hizo hincapié en la toma de conciencia, «no estamos en una mejor situación que el año pasado, de hecho estamos peor porque la suba de contagio es alta. No podemos pretender que el Estado haga todo el trabajo, hay que cuidarse».

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