ENTRE MAR DEL PLATA Y BUENOS AIRES, BAJO LA ATENTA MIRADA DEL GOBIERNO
Barrionuevo y Moyano por un lado; la UOM y las 62 Organizaciones oficialistas por otro, y los transportistas, hoy, por su propia fricción interna.
La puja interna por la sucesión en la CGT cobró una velocidad inusitada. Tanta que esta semana, en pleno receso estival, se prevén tres cumbres: dos de ellas reeditarán la dicotomía «halcones y palomas» por el carácter confrontativo o negociador de los dirigentes convocados; y la tercera, pautada para hoy, apuntará a suavizar las fisuras que dejó el último paro nacional entre los gremios del transporte. En todas las convocatorias el trasfondo pasa por el llamado, entre marzo y mayo, de un Congreso normalizador para resolver una nueva jefatura en reemplazo del triunvirato de secretarios generales.
El jueves, en Mar del Plata, la cumbre que organiza cada año Luis Barrionuevo reunirá al gastronómico con Hugo Moyano y sus respectivos aliados con un espíritu vindicativo: será una respuesta a las investigaciones judiciales y las impulsadas por el Gobierno en contra de dirigentes sindicales entre los que resalta el propio camionero. Entre mañana y ese día, en tanto, otros gremialistas preparan una suerte de «contracumbre» que apuntala la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) con la participación de sectores más afines al Ejecutivo.
Los encuentros replican sendas mesas de fin de año en las que, el mismo día, se reunieron sectores diferenciados para empezar el conteo de voluntades detrás de los postulantes de cada uno. El 26 de diciembre, con Gerardo Martínez (albañiles, UOCRA) como anfitrión, conversaron Moyano, Barrionuevo y sus respectivos delegados en el triunvirato, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, con Andrés Rodríguez (adjunto de CGT y jefe de los estatales de UPCN) y los transportistas Omar Maturano (maquinistas ferroviarios, La Fraternidad) y Roberto Fernández (colectiveros, UTA). De aquel encuentro surgió la posibilidad de impulsar a Maturano como posible líder a solas de la CGT.
Casi en simultáneo, en el gremio del gas, de Oscar Mangone, el miembro restante del triunvirato, Héctor Daer, acudió junto a los «gordos» Carlos West Ocampo (su referente en Sanidad) y Armando Cavalieri a una comida con dirigentes de las 62 Organizaciones -el sello gremial más afín a Mauricio Macri- y del Movimiento de Acción Sindical (MASA) como Omar Viviani (taxistas), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) y Guillermo Moser (Luz y Fuerza). Los comensales repartieron en ese caso las preferencias para el futuro de la CGT entre Daer y Sasia.
Los próximos encuentros, sin embargo, prometen modificar sus nóminas de invitados. En varios sectores reconocieron que las últimas declaraciones de Barrionuevo, sobre todo cuando advirtió que los gobiernos que se inmiscuyeron en el terreno de los sindicalistas no terminaron su mandato, ahuyentaron a varios de los convocados para la tradicional jornada en el hotel marplatense de los gastronómicos. En cambio, uno que ya anticipó su presencia es el bancario Sergio Palazzo, el dirigente de CGT más abiertamente enfrentado al Ejecutivo y con su paritaria en plena tramitación. Con sólo esos tres participantes está garantizado que la reunión tendrá un carácter hostil para la Casa Rosada.
Mientras que la otra cumbre en preparación es más ecléctica. Será, la primera en contar con la presencia de la UOM luego de la salida del gremio gastronómico del órgano de dirección de la CGT. Antonio Caló, que dio el visto bueno para la renuncia a ese cargo de su delegado en la central obrera, Francisco Gutiérrez, dispuso posicionar al gremio metalúrgico en la discusión por la sucesión del triunvirato. Como anticipo el líder del principal sindicato industrial ya había apoyado a Sasia para la jefatura de la CGT en 2016, previo al Congreso que nominó en ese lugar al trío actual.
El ferroviario cuenta con ese apoyo y el de parte de las 62 Organizaciones. Su mayor competidor en el segmento más dialoguista es el propio Daer, que corre con el respaldo irrestricto de los «gordos» para quedar a solas al mando de la CGT. De hecho, los «gordos» mirarán desde afuera y con reprobación los encuentros de esta semana por entender que sólo ampliarán las diferencias internas y exhibirán debilidad ante el Gobierno.
Pero otro actor tendrá su propio encuentro hoy. La Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) hará una reunión al mediodía en La Fraternidad a pedido del jefe formal del sello, el portuario Schmid. El dirigente llegará a la convocatoria debilitado por la respuesta dispar de los sindicatos del transporte a la huelga nacional dispuesta por CGT entre el mediodía del 18 de diciembre y la misma hora del día siguiente. De hecho, mientras La Fraternidad adhirió a la medida, la UTA no sólo no la acató sino que se excusó de hacerlo a través de un comunicado en el que manifestaba sus discrepancias con el método dispuesto por la cúpula de la central.
Será la oportunidad de Schmid de facturar esas deserciones y sopesar el saldo de apoyo de ese sector para permanecer, al menos de forma transitoria, en el triunvirato de conducción. En encuentros previos el dirigente portuario había amagado con su salida anticipada de la jefatura. Si bien la resolución de los principales referentes de la CATT -entre los que figura el propio Moyano- es revalidar a Schmid, hay consenso interno en el sector para sostener a Maturano como próximo secretario general de la CGT en una contienda que, como había adelantado este diario, podría dirimirse con Sasia, otro ferroviario.
Fuente: ambito.com