La integración de la Corte por decreto resultó más complicada de lo previsto para Mauricio Macri. El ardor provocado en aliados y opositores por los nombramientos Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti obligó al presidente a dar marcha atrás y poner en el freezer por unas semanas a los nuevos integrantes del máximo tribunal. Los flamantes supremos, que fueron designados en comisión, no asumirán sus cargos hasta cumplir los trámites necesarios para su asunción. A partir del 21 de diciembre, en medio de los brindis de fin de año y el comienzo de las vacaciones, se recibirán las observaciones de ciudadanos y ONG a las candidaturas. A fines de enero, el Ejecutivo tiene previsto enviar los pliegos al Congreso para su tratamiento, adelantó Tiempo Argentino.
El otro presidente
Ricardo Lorenzetti se convirtió en el miembro más incómodo del gobierno para Macri. Días antes de que asumiera la administración amarilla, el presidente de la Corte ordenó elaborar un nuevo régimen de coparticipación federal, todo un cimbronazo para la cartera de Hacienda. Negociaciones con los gobernadores mantuvieron las arcas nacionales a flote, pero el fallo le puso tensión a la relación entre el nuevo gobierno y el máximo tribunal.
El 10 de diciembre, el líder del PRO recibió de Federico Pinedo los atributos presidenciales, pero la imagen se completó con el omnipresente Lorenzetti. Incluso, el cortesano hizo trascender que estaba dispuesto a entregar el bastón y la banda presidencial a Macri de ser necesario.
Entretanto, continuaron los reclamos para que el gobierno entrante completara las vacantes del tribunal, reducido a tres miembros luego de las renuncias de Carlos Fayt y Raúl Zaffaroni. Esa tarea fue resuelta de forma intempestiva por el presidente el pasado lunes, cuando por decreto nombró a Rosatti y Rosenkrantz en comisión. El mecanismo, casi inédito en la historia argentina, despertó una crisis en la alianza gobernante y llovieron las críticas desde todo el arco político, aliado y opositor, al mismo tiempo que reconocidos juristas y ONG expresaron su rechazo.
Para evitar una explosión mayor, los presidentes de la Nación y de la Corte se reunieron por la tarde. Tiempo pudo saber que Lorenzetti le expresó a Macri que estaba «todo bien» con los nuevos cortesanos, pero objetó la forma en que fueron designados. Le recordó que el mecanismo del artículo 99 inciso 19 no se aplicó nunca y que iban a proliferar las acciones de inconstitucionalidad en los tribunales inferiores.
El DNU tampoco había colocado en una posición cómoda a Lorenzetti: el abogado consideraba que ceremonia de asunción lo dejaría muy «expuesto» porque no dejaba otra opción que tomarles juramento o desatar un conflicto de poderes. Por eso decidió aguardar movimientos de gobierno antes de dar un paso en falso. El pacto entre Macri y el titular de la Corte incluye la promesa de que el cuerpo no emitirá ninguna acordada espinosa en las próximas dos reuniones.
Adelante, radicales
Por la mañana, Macri recibió a las nuevas autoridades del radicalismo. El encuentro estaba pautado con anterioridad a la firma del decreto que incorporaba a Rosenkrantz y Rosatti como miembros del Tribunal Supremo, pero fue parte de las conversaciones. «Pusimos a disposición los bloques legislativos del radicalismo, toda nuestra energía y la presencia territorial para apoyar al gobierno», señaló José Corral, titular de la UCR.
El cónclave comenzó después del mediodía y además del intendente de Santa Fe, estuvieron el senador Ángel Rozas y Mario Negri, presidentes del bloque de Cambiemos en el Senado y de la UCR en diputados, respectivamente; el titular saliente del centenario partido, Ernesto Sanz. Por el lado del PRO, acompañaron el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el secretario de la Presidencia, Fernando De Andreis.
Según confiaron a este diario, en el centenario partido hubieran preferido el «camino del diálogo y consenso previo». Admitieron que la decisión de Macri «no cayó bien en el PJ», pero aseguraron que era «imposible» llamar a sesiones extraordinarias. «No se puede convocar al Congreso si no hay antes diálogo y pensar que en los cinco días que lleva Macri en la presidencia se pueden cambiar doce años de una forma de actuar es absurdo.»
Bonus track
En medio de una jornada agitada, Macri visitó a la diva de los teléfonos, una de sus más fervorosas admiradoras. «Hablamos con el presidente de la Corte y acordamos que los dos nuevos integrantes juran y después en febrero el Congreso debate si los nombra», respondió el presidente sobre su encuentro con el rafaelino. Casi al mismo tiempo, la Corte Suprema emitió un comunicado manifestando «la necesidad de la rápida integración del Tribunal», aunque admitiendo que sería «prudente realizar las incorporaciones en un momento de plena actividad judicial».
El documento de la Corte hace mención al anuncio que, en otro comunicado, hizo el Ministerio de Justicia de la Nación, informando del «inicio al trámite previsto en el Decreto 222/2003». Esto es: la publicación de los antecedentes de los jueces propuestos y el posterior proceso de cuestionamiento por parte de la comunidad académica y profesional. «A fin de enero de 2016», estima el ministerio, los pliegos quedarían «en condiciones» de ser tratados por el Senado.
Garrigós de Rébori: «Estamos todos en riesgo»
La Asociación Justicia Legítima cerró ayer el año e hizo un fuerte llamado a resistir frente a las medidas en materia judicial que pretende tomar el gobierno de Cambiemos. «Si pueden nombrar dos jueces de la Corte por decreto y pretenden destituir a una procuradora por la misma vía, todos los que estamos por debajo estamos en riesgo», resaltó la titular de la agrupación de jueces, fiscales y abogados, la camarista María Laura Garrigós de Rébori. Los demás expositores durante el brindis también alertaron sobre eventuales avances del Ejecutivo sobre la independencia judicial. La jefa de los fiscales, Alejandra Gils Carbó no asistió al evento.
En los pasillos del salón en la Sociedad Argentina de Escritores el tema era excluyente: la estrategia a adoptar ante una eventual embestida del gobierno de Cambiemos contra los integrantes del colectivo que dentro del Poder Judicial objetó y denunció las prácticas del sector más conservador dentro del sistema de administración de justicia. Por ello fueron identificados por el macrismo como funcionarios afines al kirchnerismo. Aunque no lo mencionaron, el temor a represalias, similares a las que se pretende aplicar a Gils Carbó, sobrevoló la agenda de preocupaciones. «Vamos a sobrevivir. Lo que hacemos ahora es más importante que nunca. Nosotros sabemos lo que estamos haciendo», expresó Garrigós de Rébori, integrante de la Camara Nacional de Casación Penal.
A continuación, el comunicado completo:
La Corte Suprema de Justicia de la Nación se ha reunido en acuerdo de ministros el día 16 de diciembre del corriente año manifestando la necesidad de la rápida integración el Tribunal.
Que sin perjuicio de ello, dado lo avanzado del año judicial y que restan solamente dos acuerdos de la Corte y el receso durante el mes de enero, aparece como prudente realizar las incorporaciones en un momento de plena actividad judicial.
Que el Poder Ejecutivo ha decidido efectuar rápidamente el trámite previsto en el decreto 222/03 para que los pliegos de los candidatos propuestos sean tratados por el Honorable Senado de la Nación.
Que todo ello sin perjuicio de la plena vigencia del decreto 83/2015 como la vigencia de la ley 26.183 que prevé la composición de la Corte Suprema de Justicia en cinco miembros, y la necesidad de integrarlo con dos nominaciones en un tiempo oportuno, objetivo institucional para el cual colaborarán tanto el Poder Ejecutivo de la Nación, como la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en sus relaciones con el Honorable Senado de la Nación.
Que estos aspectos fueron motivo de consenso en una reunión que se ha realizado en el día de hoy entre el Presidente de la Nación, Mauricio Macri, y el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.
Fuente: Infonews