Más de 150 personas fueron evacuadas en la localidad santafesina de Arroyo Seco hasta que el agua ingresó al propio centro municipal dispuesto para ese fin y al cuartel de Bomberos, informaron fuentes oficiales.
«La situación está muy fea, hay barrios con más de un metro de agua, son situaciones muy dolorosas», dijo a Télam un funcionario del gobierno santafesino que recorrió la zona.
Martín Livolti, responsable del área de Acción Social de Arroyo Seco, aseguró que «el panorama es desolador», que es «la peor inundación» en esa ciudad y que necesitan artículos de limpieza, agua mineral envasada, alimentos no perecederos, ropa y calzado.
«Habíamos tenido una inundación en 2012, otra en 2009 y alguna anterior. Pero ahora tuvimos tres en 20 días», explicó Livolti a medios del interior.
El ministro de Desarrollo Social de la provincia, Jorge Álvarez, afirmó a esta agencia que «la situación más grave es en Arroyo Seco».
Uno de los clubes que estaba dispuesto por el municipio como centro de evacuados, y que había sido utilizado con ese objetivo en la inundación de Navidad, fue alcanzado hoy por el agua, indicó la fuente.
«Están buscando lugares alternativos, el club que siempre fue el centro de evacuados también se inundó», abundó.
Ante esa situación, el municipio acondicionaba esta tarde el club «Tiburones del Paraná», donde habitualmente practican natación niños con discapacidades, un lugar que permanecía fuera de la zona afectada de Arroyo Seco.
También el cuartel de Bomberos Voluntarios de la ciudad, ubicada a 30 kilómetros al sur de Rosario, sufrió el ingreso de agua.
«Se sienten inútiles, están acostumbrados a participar de las emergencias y ahora están trabajando para sacar el agua del predio», precisó el informante e indicó que ese cuartel es muy activo y atiende «unas 550 incidencias al año».
Alexis Sciacca, jefe de bomberos de Arroyo Seco, confirmó al periodismo que «la situación es crítica».
«Ésto nunca había pasado, tenemos 30 centímetros de agua adentro del cuartel de bomberos. Ver mi cuartel de toda la vida destruido, se me van las lágrimas», afirmó.
Aunque cuentan con un equipo de guardavidas, Sciacca lamentó que los móviles que tienen están fuera de servicio por el anegamiento que les provocó el agua.
La misma localidad había tenido unos 100 evacuados los días posteriores a la última Navidad, cuando varios barrios cercanos al arroyo que cruza la ciudad sufrieron su desborde.
Fuente: ambito.com