Continúa el reclamo tanto de las empresas de transporte de pasajeros de la ciudad como del sindicato de trabajadores del rubro por el valor del boleto. En la última sesión del Concejo Deliberante no hubo acuerdo para tratar un aumento del pasaje, tras lo cual las empresas que prestan el servicio marcaron que en estas condiciones el sistema no puede sostenerse.
Carolina Lemos, propietaria de la empresa de transporte de pasajeros ‘Rastreador Fournier’, detalló que «esta situación viene en estos términos desde diciembre con la disparada inflacionaria, donde el precio del combustible se triplicó mientras el Estado nacional quitó el Fondo Compensador que sostenía el transporte del interior de un día para el otro. Todo esto generó un desequilibrio económico en las empresas que requiere volver a la tarifa de equilibrio para que el sistema no se vuelva imposible. Las empresas no llegan a cubrir sus costos operativos y ya no da para más».
«La relación con los trabajadores es buena; si llegamos hasta acá es por su ayuda y por haber aceptado recibir parte de sus salarios financiados. La semana pasada, las empresas terminamos de pagar parte de los salarios que correspondían a febrero» Carolina Lemos.
¿En cuánto debería estar el precio del boleto según las empresas? «Con el último estudio de costos a valores de agosto y sin tener en cuenta una próxima paritaria, el valor sería de $1.200 al pasajero directo. Aún así, hay que tener en cuenta que solo el 20% de pasajeros paga tarifa plana, por lo que ante cualquier aumento debe pensarse que para el usuario mayoritario representa solo un 50% por los subsidios del Estado. El 25% no paga tarifas por Certificado de Discapacidad».
Consultada sobre el valor del boleto en Bahía Blanca comparado con el resto de las ciudades del país, la empresaria marcó que «en la mayoría de las ciudades se ajusta acompañando el impacto inflacionario, pero acá nos quedamos atrás y entiendo que tiene que ver con una decisión política; creo que estamos en el puesto 35 aproximadamente cuando hace no tanto tiempo éramos de las ciudades más caras del país. Cualquier empresa que esté operando sin poder cubrir sus cotos en algún momento se cae. Si hay más costos que ingresos, el sistema se hace insostenible y se deteriora. Hace tiempo que en Bahía Blanca es imposible pensar en comprar unidades cero kilómetros, y se presta un servicio que no es el adecuado».