Carolina Fernández, presidenta de la Sociedad de Fomento del barrio San Miguel

Vecinos y vecinas de la calle Rafael Obligado, en especial desde la rotonda de Indiada hasta la Ruta 229, reclaman por el abandono municipal en la vía y las consecuentes malas condiciones de la calzada. Entre otras cuestiones, marcan que la calle no cuenta con banquinas, tiene semáforos que entorpecen el tránsito y se inunda cuando llueve.

Carolina Fernández es la presidenta de la Sociedad de Fomento del barrio San Miguel, aledaño a la zona más crítica de la arteria. Destacó en comunicación con Radio Urbana que «cada vez hay más familias en los muchos barrios que se fueron instalando en la zona. La arteria de Rafael Obligado/Rincón hasta la rotonda en Indiada no puede sostener el caudal de vehículos, los camiones y los colectivos que circulan por allí».

«Pasan líneas como la 319, la 517 y la 514, que hacen todo ese trayecto. La línea 514 tiene su cabecera frente a la Coca Cola y dobla en ‘U’ para arrancar de vuelta el recorrido, nadie interviene» Carolina Fernández.

Fernández aseguró que la problemática de la arteria radica en que «no se termina de definir bien si es una calle o una ruta, por lo que no se sabe su velocidad máxima, o si pueden o no circular camiones. Tampoco está demarcada, no están pintados los bordes, es una zona alta que se llena de tierra cuando llueve. Por ejemplo, hay una curva entre calle Gualeguay y Tres Lomas que se inunda totalmente«.

Otra situación, según afirmó la fomentista, se genera por el semáforo en la intersección con la calle San José: «Los colectivos circulan por la banquina para sortearlo, ya que se hacen colas interminables de autos. Salís una hora antes y llegás tarde igualmente. La gente se desvía por alguna calle de los barrios, y para evitarlo los vecinos terminan haciendo sus propios lomos de burro. Es un semáforo con tantos cortes que no agiliza».

Finalmente, Fernández destacó que «todas las Sociedades de Fomento desde la rotonda hasta Grumbein estamos unidas luchando por la causa común de Rafael Obligado. El delegado del sector es Landeiro, hemos hablado con él pero siempre nos dice que lo van a averiguar, que van a ver; las respuestas no llegan nunca«.

«Hay lomas de burro, serruchos, tachas amarillas, sendas peatonales elevadas; todo eso hace que se junte muchísima agua. No hay mantenimiento, es un sector de la ciudad al que no le ponen la misma plata que a la zona norte. Debería ser una calle más ancha para darle más fluidez, y dejar de poner obstáculos para entorpecer el tránsito» Carolina Fernández.

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