El día de ayer empezaron las clases del segundo cuatrimestre en las dos universidades públicas más importantes de nuestra ciudad. Aún así, tanto en la Universidad Nacional del Sur como en la Universidad Tecnológica Nacional, la reanudación de la cursada se vio impactada por una medida de fuerza docente, tras una pérdida del poder adquisitivo superior al 40% desde la asunción del Gobierno de Javier Milei.
El ingeniero Carlos Vera es el vicedecano de la UTN, quien aseguró que «ayer arrancaron también las clases del segundo semestre en nuestra universidad, con esta medida de fuerza impulsada por el frente Gremial, y esperando que el Gobierno nacional escuche los reclamos salariales que se están realizando. Hay muchos colegas que asisten a sus clases recalcando que el salario está deprimido y la universidad está siendo desfinanciada, no hay diálogo fluido como se dice en algunos medios, y muchas veces las medidas de fuerzas se realizan con alguna actividad áulica. El cuerpo docente está constituido en general por profesionales que también ejercen su labor en el sector productivo, pero eso no significa que sean merecedores de un salario magro, indigno. Esa discusión no hay que darla, porque si no pensamos que la universidad debe ser sostenida por profesionales con su situación personal resuelta, y eso es un error. Nosotros tenemos un 23/25% docentes de dedicación exclusiva«.
«La universidad no es solo un enseñadero donde se entra y se va con el título, es una institución con un rol importante a la hora de formar profesionales a través del Estado. El Estado delega en la universidad la tarea de la formación; genera conocimiento, se inserta en los barrios, tiene extensión, formación profesional y no profesional» Carlos Vera.
En ese sentido, el vicedecano agregó que «un docente tiene un salario de $130.000 por 10 horas semanales. Esta caída del 50% es real y la estamos sufriendo, y lo que va a terminar generando es que los docentes que están iniciando su carrera no lo harán en la universidad, y las consecuencias van a ser muy graves. Vemos hoy que algunos docentes nos dejan para trabajar en sector productivo o industrial, y es lógico si vienen dos veces por semana por $130.000 pesos. No se puede confiar solo en el sentido de pertenencia, no tienen que venir a dar clases solo por el amor propio».
En cuanto a la cronología del conflicto con las universidades, Vera planteó que «todo esto se inicia con la devaluación. Hoy el sistema universitario está siendo atacado o al menos ninguneado, incluyendo también a los trabajadores no docentes. Nosotros como dirigentes universitarios también somos docentes, y aunque sabemos bien qué significa administrar una universidad, también conocemos cuál es la situación de cada integrante de la comunidad universitaria. Los trabajadores de rango medio están por debajo de la línea de pobreza, están por el orden de los $570.000 pesos. Es una situación que debe ser visibilizada y conversada con nuestros estudiantes».
«Creo que la discusión que quiere instalar el Gobierno es si el Estado quiere seguir financiando la universidad o decide dejar de hacerlo. Argentina es un país que necesita más universidades y no menos» Carlos Vera.