A pesar de haber sido derogada a través del mega DNU promulgado por el Presidente Milei a días de asumir, todavía muchos contratos de alquiler siguen reglamentándose en base a la anterior ley de alquileres, sancionada en el año 2020. ¿En qué situación se encuentran estos contratos en comparación con los firmados posterior a su derogación?
Carlos Esteban, presidente del Colegio de Martilleros de Bahía Blanca, expresó que «lamentablemente hoy todavía existen contratos vigentes tanto de la ley del 2020 como la de 2023, que fue una reforma que se hizo los últimos seis meses del año pasado, en el cual se permitió aumentar los alquileres cada seis meses. Esos contratos sufrirán un gran aumento este mes porque se actualizan una vez por año, y habían quedado en valores muy bajos. Con estas leyes nefastas que teníamos para los inquilinos y propietarios, habían desaparecido las propiedades en oferta. Con este Gobierno quedó la libre contratación y volvieron a aparecer las viviendas en alquiler».
«A pesar de la desaceleración de la inflación todavía las inmobiliarias tenemos precauciones; seguimos haciendo los contratos con actualización cada cuatro meses máximo, así no es tan grande la variación del alquiler en cada salto. Aún así, ha bajado mucho el índice de actualización» Carlos Esteban.
A pesar de esa libertad a la hora de plantear los acuerdos, el martillero declaró que «hoy las inmobiliarias usamos contratos de dos años con ajustes cada dos o tres meses, con distintos tipos de índices. Se pueden hacer también contratos en dólares, que son los menos. Y los que están hechos en pesos se ajustan al IPC, o se llegaba a un acuerdo entre el inquilino y quien alquila. Lo mejor que pudimos hacer fue eliminar esas leyes, pero aun quedan personas con estos contratos vigentes. En Bahía Blanca tenemos pocos contratos por día con empresas como AirBnB o demás. Se pueden hacer contratos por el tiempo que cada uno quiera, es libre y acorde a lo que las partes deseen. Está todo permitido, es libre la contratación. Donde el Estado se mete a regular las cosas las cosas se complican».
En conclusión, Esteban marcó que «desde que se liberó, el mercado reguló los precios y aumentó la oferta de propiedades en alquiler. Así, el inquilino puede elegir y tener más opciones para alquilar. La rentabilidad mejoró, pero seguimos un poco bajos. En porcentaje estaremos en un 0,45% del valor de la propiedad, lo que nos acerca un poco más a lo que consideramos como ideal. La derogación de la ley vino a normalizar el mercado y a mejorar la situación de ambas partes».