Se agudizan las internas dentro del frente libertario en el Concejo Deliberante de nuestra ciudad, donde el grupo de los cuatro concejales asumidos el diciembre pasado se dividió entre los seguidores de Oscar Liberman, ex candidato a intendente, y quienes disputan ese liderazgo. En este segundo grupo aparece María Teresa Gonard, actual presidenta del cuerpo legislativo local, que busca sumar a dos concejalas que hasta este momento formaban parte de Juntos: Valeria Rodríguez y Silvina Rubio.
Carlos Alonso, concejal por La Libertad Avanza, expresó que «este no es el espacio de Gonard únicamente, ella no es la representante del espacio y no tiene las facultades reglamentarias para anunciar nuevos acuerdos, algo que le corresponde al jefe del bloque, lugar que yo ocupo. El bloque es tan mío como jefe de bloque como de María Teresa Gonard, que es presidenta del Concejo. El reglamento dice claramente que todos los concejales electos por una misma lista podrán agruparse en bloques, pero que los concejales que se escindan de sus bloques no tendrán derecho a volver a armarlos. Es decir, no puede haber nuevos bloques conformados con concejales de otros espacios«.
«Problemas políticos hay en todos los espacios, pero lo que pasó desde el inicios del ciclo legislativo fue vergonzoso. Tener que preocuparme por estas pavadas me genera no solo vergüenza, sino también rechazo y un malestar profundo» Carlos Alonso.
A su vez, el edil marcó que, además de lo ya explicado, «Gonard se ha inmiscuido en cuestiones que no le competen. Su presidencia está para ejercer la representatividad del cuerpo legislativo, y sus facultades son administrativas del personal, edilicio y de las sesiones. No se puede entrometer ni tomar decisiones de los bloques. Aún así, no es la primera vez que se superan los límites del sentido común. Hay un abuso de autoridad y un incumplimiento de deberes de funcionario público. La gestión de Gonard está plagada de escándalos».
Finalmente, Alonso resaltó que «mi rechazo no tiene que ver con una cuestión ideológica, porque hay que ser amplio en los acuerdos y una alianza de este tipo seria bienvenida si hay consensos preestablecidos de trabajos y objetivos en común, no algo meramente electoralista. Lo que sucede es que no se han respetado los estándares básicos para un acuerdo. Y siento que me han faltado el respeto por parte de la presidenta. La gestión de Gonard está signada por los malos tratos y los errores en las formas de proceder. Vengo diciendo que es el momento de ponerse los pantalones y que los 23 concejales hablemos de qué clase de representatividad queremos».