El Gobierno dijo que la suba será de 36 por ciento para bajos consumos, aunque llega al 400 respecto al último invierno.
Desde hoy rigen las nuevas tarifas para el servicio del gas, con subas promedio que el Gobierno calculó en el orden del 36 por ciento para los usuarios de menor consumo, aunque con respecto al último invierno el aumento acumulado llegará al 400 por ciento porque el ajuste anterior había sido en octubre. El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, ratificó el sendero de quita de subsidios en el precio del gas que afrontan los usuarios y confirmó que fue desdoblado el aumento para el segmento de transporte y distribución, de modo que a fin de año y en abril de 2018 habrá nuevos incrementos de relevancia en las boletas. Aranguren detalló que la mitad de los usuarios residenciales recibirá una factura media mensual menor a 250 pesos por mes y un 20 por ciento de los usuarios estará entre 250 y 500 pesos. Entidades de consumidores recordaron que un usuario que en septiembre pagaba 37 pesos ahora debe afrontar una boleta de 193 pesos. Se ratificaron las bonificaciones si el usuario reduce su consumo.
Una parte del aumento de las boletas desde abril se explica por la quita de subsidios en el precio del gas que abonan los usuarios según el sendero de precios previsto por el Gobierno. Ese incremento va de 3,42 a 3,77 dólares el millón de BTU, lo que implica una reducción del subsidio estatal del 50 al 45 por ciento del precio promedio que se paga por el gas a las petroleras. El incremento de la boleta también está determinado por el aumento en la retribución para las empresas de transporte y distribución que se definió luego de la audiencia pública. Se calcula que el 40 por ciento de la boleta corresponde al precio del gas, el 32 por ciento a transporte y distribución y el resto son impuestos. “Resolver un problema de tantos años implica que los aumentos resultantes eran difíciles de trasladar a los usuarios. Las variaciones llegaban al 200 por ciento por eso las hemos partido en tres: abril y octubre de 2017 y abril de 2018”, dijo ayer Aranguren y prometió que los nuevos cuadros tarifarios redundarán en 48 mil millones de pesos inversión de las empresas. Por lo pronto, las petroleras les rehúyen a los desembolsos utilizando como argumento el bajo precio internacional del crudo.
El programa de quita de subsidios en el precio del gas contempla dos aumentos anuales hasta fines de 2019. Lo que confirmó Aranguren es que, al igual que el presente incremento, los próximos dos también serán fuertes. Otras variables que inciden en las tarifas, tal como las concibe el actual Gobierno, es la evolución del tipo de cambio y la inflación.
El Ministerio de Energía presentó los porcentajes de aumento por categoría de usuario que aplican desde hoy en relación a los importes que se pagaron desde octubre, cuando empezó a regir la primera suba tarifaria. Para el segmento de menor consumo, de 25 metros cúbicos promedio mensual, el incremento va de 94 a 127 pesos (una suba del 35 por ciento); para el consumo de 56 metros cúbicos, de 175 a 239 pesos mensuales (36 por ciento); para 70 metros cúbicos, de 226 a 309 pesos (36 por ciento) y para 85 metros cúbicos, de 281 a 384 (36 por ciento). Esas franjas de precios impactan sobre el 55 por ciento de los usuarios, los de menor consumo, que reciben un aumento superior a los de más alto consumo por el impacto del incremento en el cargo fijo que cobran las distribuidoras. El aumento promedio nacional, dijo el Gobierno, es del 24 por ciento.
Sin embargo, esa descripción de precios es limitada porque el año pasado, a raíz los amparos y el fallo de la Corte Suprema, las nuevas tarifas comenzaron a regir en octubre de 2016, cuando las bajas temperaturas aflojaron, al igual que el consumo de gas. Como el primer aumento no se aplicó durante el invierno sino durante los meses de menor consumo, las subas porcentuales planteadas por el Gobierno, calculadas manteniendo el nivel de consumo, son virtuales. Además, las idas y vueltas en la Justicia implicaron que durante muchos meses los usuarios hayan recibido boletas con precios inferiores a los reales, a modo de compensación. La comparación frente a las boletas del mismo período del año pasado a igual nivel de consumo ofrecen un panorama adicional que completa el cuadro.
Los datos que recopiló Pedro Bussetti, de Defensa de Usuarios y Consumidores, muestran que un usuario cuyo consumo fue de 50 metros cúbicos pagó durante el invierno pasado 38 pesos por mes y ahora pasa a 193 pesos, un incremento del 407 por ciento. En el caso de un usuario cuyo consumo es de 100 metros cúbicos por mes, la boleta en el lapso de un año sube de 61,50 a 326 pesos (430 por ciento). La magnitud del aumento final estará relacionado a las temperaturas. Aranguren recordó ayer que alrededor de 2 millones de usuarios tienen acceso a la tarifa social, que bonifica el precio del gas. El beneficio tiene especial impacto en San Luis (39 por ciento de los usuarios), La Pampa y Salta (31 por ciento) y Buenos Aires (30 por ciento de los hogares).
Fuente: pagina12.com.ar