Sobre la potencialidad industrial del cannabis y el cáñamo, es que se está debatiendo en este momento una ley que crea un marco regulatorio para la cadena de producción, industrialización y comercialización de la planta de cannabis, sus semillas y sus productos derivados para uso industrial y medicinal.
La iniciativa ya cuenta con la media sanción por parte de la Cámara de Senadores de la Nación, habiéndose alcanzado por un abultado resultado de 56 votos a favor, 5 en contra y 1 abstención. Por esto se prevé que no haya demasiada dificultad para pasar por Diputados y convertirse en ley en los próximos días.
Sobre esto hablamos con La Lic. en Socióloga, Camila Matrero y asesora de la senadora y presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología, Silvina García Larraburu.
«En Argentina con el capital científico y tecnológico que tenemos están dadas las condiciones para ser potencia y es la gran apuesta de este Gobierno».
La iniciativa promete convertir al cannabis en otro commodity de los que exporta la Argentina, tal como ocurre con los granos o la carne.
El marco normativo busca «desbaratar el mercado informal de aceites y otras preparaciones herbarias irregulares que existe en la actualidad y terminará con la proliferación de productos que carecen de cualquier tipo de control respecto de su composición y calidad».
Al mismo tiempo, destacó: «El proyecto incluye al cáñamo, que es la planta macho que no tiene componente psicoactivo y se realiza una infinidad de productos y bienes».
Se contempla la creación de una agencia reguladora, un nuevo actor público, que oficiará como órgano rector y articulador de la cadena productiva del cannabis y tendrá a su cargo las múltiples instancias de regulación involucradas: la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME).
Camila Matrero también insistió en la necesidad de destinar un cupo a los pequeños productores, cooperativas, pymes, e instituciones públicas para producir cannabis medicinal. «Este proyecto propone darle impulso a toda la cadena productiva», insistió.
«Argentina tiene la potencialidad para generar esa producción tanto a nivel regional como global».
Asimismo, mencionó que «los cultivadores que se bancaron la clandestinidad a pesar del estigma del miedo a ir presos, porque se los buscaba con la justicia, son ellos los que se organizaron en todo el país. La senadora, Silvina García Larraburu, trabajó mucho y presentó un proyecto en 2016, finalmente se vota otra propuesta, pero viene trabajando con ciencia sativa, mama cultiva y tantas otras organizaciones más. De hecho, la ley incorpora pedidos de modificación de las organizaciones, entonces con estos factores criminalizantes ellos son los que tienen los conocimientos. Por eso la ley estipula que se realice la conversión de ONG a cooperativa», concluyó.