A la campaña sucia académicamente se la define como «campaña negativa». Se trata de un mensaje dirigido a demoler la reputación de alguien (un político) por una característica negativa.
«Es muy frecuente», señaló Julio Burdman, doctor en Ciencia Política. Este tipo de campaña se caracteriza por el ataque a los candidatos por su «falta de idoneidad».
Por su lado, Pablo Cabás, magister en Comunicación Política explicó a Infonews que la función de la campaña es informar. «Esa información puede ser postiva o negativa». Uno de los objetivos es que el elector tome su decisión y para eso necesita información.
«La idea de que la campaña negativa es antidemocrática porque desincentiva la participación es falaz», agregó Cabás.
-Infonews: ¿Cambiemos sufre una campaña «sucia»?
-Burdman: Lo que denuncia el PRO es que sufre una campaña en donde se asegura «el PRO miente», es decir que propone no sacar los planes, por ejemplo, pero quien ataca a ese espacio «no le cree», para el oficialismo no mantendrá esa postura.
-Cabás: De los dos lados se hace campaña negativa. Por ejemplo, si Cambiemos habla mal del INDEC, hace campaña negativa.
En América Latina, el uso de la campaña negativa tiende a ir creciendo: un 60 % frente a un 40% de campaña positiva. «La alta negatividad conlleva un alto nivel de recordación», señaló Cabás.
Las redes sociales
Para Cabás actualmente la campaña negativa no es masiva en los medios tradicionales pero sí en las redes. «Argentina tiene un muy alto nivel de uso de redes», agregó. Este tipo de acusaciones se pueden refutar. Por ejemplo, Cambiemos tuvo efectividad en sus respuestas.
«Mauricio Macri de algún modo se adelantó a los posibles ataques que iba a recibir y se ‘inoculó’, pudo responder a clos posibles ataques y trabajó sobre eso», opinó.
Los políticos y los ataques
Una de las prácticas habituales en la política argentina es el ataque de los políticos entre sí. En general el cruce de acusaciones se da en materia de corrupción. «Ese es el mejor caso de campaña negativa porque atenta contra la división de poderes; ese tipo de acusaciones se debe dar entre diversos poderes», explicó Burdman.
Sin embargo, para Cabás que los políticos denuncien por ejemplo, a sus oponentes «mejora la democracia». «La campaña negativa moviliza por ejemplo, a los ‘propios’ y también puede desmotivar a los oponentes», indicó. Por ejemplo, en el caso de la campaña negativa contra Aníbal Fernández activó a un sector que tal vez no se involucra habitualmente en política.
Argentina
En Argentina la campaña negativa «es permanente». «En general se incrementa sobre el final de campaña, en un momento de poca reflexión, donde se ataca a la persona, justamente para descartar a ese candidato», indicó Burdman.
El sistema de nuestro país es presidencialista, por lo tanto es «fácil» atacar al candidato. De hecho, Burdman explica que el Presidente sufre un alto nivel de ataque personal. «Es bajo el nivel de discusión programático y alto el nivel de ataque personal», agregó.
Fuente: Infonews