El Gobierno apurará esta semana el cierre en cadena de negociaciones salariales de gremios afines que representan a unos dos millones de trabajadores con aumentos en la línea oficial del 15%. La administración de Mauricio Macri buscará así asentar ese porcentaje como parámetro bajo la premisa de que sólo así podrá domar la inflación y mantenerla en un índice similar, como el planteado en el Presupuesto de este año. De conseguirlo, la pauta actuará además como presión sobre gremios no alineados con el oficialismo que pujan por saltear ese tope como los docentes, la Asociación Bancaria y Camioneros.
En la agenda del Ministerio de Trabajo figura mañana como fecha tentativa para la firma de un acuerdo entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y las empresas de colectivos de corta distancia. Se trata del segmento con mayor cantidad de afiliados del gremio que lidera Roberto Fernández y que está sometido a la influencia directa de los subsidios al transporte público.
Si bien en UTA dijeron que no existe un acuerdo cerrado y que sería prematuro un nuevo acuerdo en vista de que el actual tiene vigencia hasta el 31 de marzo, cerca del ministro Jorge Triaca contaron que el entendimiento está prácticamente cerrado con la modalidad de suba de 15% y una cláusula de revisión a los 9 meses de aplicación del convenio. El pago se estructurará en tres cuotas con porcentajes a definir. El sindicato de Fernández se expuso al declarar que no cumpliría el paro nacional que dictó la CGT el 18 de diciembre último y tampoco asistió a la marcha de gremios opositores convocada por Hugo Moyano la semana pasada en la avenida 9 de Julio.
Se trata de un gremio con unos 80 mil representados en todo el país y que, como los maquinistas de trenes de La Fraternidad, es un actor clave en la constelación de la CGT por contar con la posibilidad de garantizar casi en soledad el triunfo o el fracaso de una medida de fuerza de orden nacional. La competencia de las líneas aéreas y los cuantiosos subsidios a los colectivos instaurados durante el kirchnerismo y continuados en la actual gestión estandarizaron un alineamiento casi total de la UTA con las gestiones de turno.
La gira que iniciará Triaca mañana por Europa, con escalas en España, Holanda y Alemania y la compañía de una docena de sindicalistas afines, interrumpirá por una semana la secuencia de cierres paritarios al gusto del Gobierno. A su regreso figura como siguiente paso un acuerdo preconversado en Comercio, el mayor sindicato de la actividad privada con un millón de trabajadores representados. En ese convenio, facilitado por la aplicación semanas atrás de la cláusula gatillo del año pasado que subió 6% extra los salarios de los mercantiles (tres cuotas iguales de 2% cada una), se organizará con un aumento del 15% aunque en dos pagos, adelantaron en Trabajo.
Las semanas siguientes tendrán otros cierres, siempre de acuerdo al cronograma de la cartera laboral, entre los que se destacan el de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), con casi medio millón de operarios alcanzados, Luz y Fuerza, los petroleros estatales de Supeh y los empleados de las distribuidoras de gas. En todos los casos son gremios con buena relación con el Ejecutivo y que le dieron la espalda a Moyano en su protesta de la semana pasada.
Fuente: ambito.com