En la Semana Mundial de la Prevención de la Diabetes que fue creada en 1991 por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de la Diabetes en respuesta al aumento de la preocupación por la creciente amenaza para la salud que representa esta enfermedad.
Se convirtió en un día oficial de las Naciones Unidas en 2006. Se celebra cada año el 14 de noviembre, aniversario del nacimiento de Sir Frederick Banting, quien descubrió la insulina junto con Charles Best en 1922.
El objetivo es concientizar sobre un tema clave de salud pública y una de las patologías más comunes y difundidas: la diabetes.
«De cada 10 personas que viven con diabetes, hay 4 que no saben que la tienen», explicó en Radio Urbana, Analía Belén Lofrano, médica especialista en Nutrición, Obesidad y Diabetes.
En tanto, remarcó que «se puede tratar y prevenir el avance de esta enfermedad que es sumamente silenciosa».
En nuestro país, según los datos publicados en la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada por el Ministerio de Salud, uno de cada once argentinos tiene diabetes tipo 2 y de estos, aproximadamente, el 40% tienen asociadas enfermedad cardiovascular y/o renal.
Según datos recientes de la federación internacional de diabetes (IDF), 537 millones de adultos en todo el planeta tiene diabetes mellitus.
Como se trata de una situación de salud que evoluciona de forma silenciosa durante años, sin generar síntomas notables, se calcula que casi la mitad de quienes ya la padecen aún no lo saben. Y, lo más complejo, es que estas cifras van en aumento: los epidemiólogos calculan que para el 2045, 783 millones de personas vivirán con una patología que es prevenible y tratable.
Entre las dos “consecuencias” principales asociadas al avance de la enfermedad sin el control adecuado figura el hecho de que facilita la aparición de enfermedades cardiovasculares (ECV) y renales.
En la mayoría de los países la diabetes se presenta como “epidemia” y las causas del incremento de casos están relacionadas con tres principales puntos:
- El aumento de prevalencia de sobrepeso y obesidad (situaciones que se ven favorecidos por la mala alimentación),
- El sedentarismo y la falta de actividad física.
- El fenómeno demográfico del crecimiento y envejecimiento de la población.
¿Qué hacer?
La mejor forma de encarar medidas contra esta epidemia es que el médico y el paciente formen un equipo, capaz de trabajar unido en la mejora real del manejo de la diabetes y sus síntomas asociados para lograr reducir la carga de esta enfermedad.
Por otro lado, favorecer el diagnóstico temprano de las complicaciones más frecuentes como la ECV y Enfermedad Renal son hoy una prioridad.
Los factores de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2 son, entre otros, la mala alimentación y el sedentarismo que a su vez conducen al sobrepeso y la obesidad. Esos mismos son, también, factores de riesgo para hipertensión arterial, dislipidemia (colesterol elevado) y enfermedad renal.
De hecho, según la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD), el 94% de los pacientes con diabetes tienen además otros factores de riesgo cardiovascular.
Si se aplican correctamente los recursos y los mecanismos preventivos que ya conocemos y que son de probada eficacia es posible, -aseguran todos los expertos- cambiar el curso de esta enfermedad y asegurar a las personas con diabetes una buena calidad y una larga expectativa de vida.