Ana Mazzino Licenciada en Educación

Habitar la incertidumbre como apuesta pedagógica, según Ana Mazzino, pedagoga social, Licenciada en Educación e investigadora del CONICET.

En una nota publicada en Batalla de ideas habló sobre la insistencia en la apertura de las escuelas a cualquier costo y su imposición violenta que nos hace vivir en la incertidumbre, pero a la vez es una situación que abre la posibilidad de empezar a pensar qué educación y espacios pedagógicos queremos para cambiar este mundo que nos toca vivir.
Habitar la incertidumbre como apuesta pedagógica, según Ana Mazzino, pedagoga social, Licenciada en Educación e investigadora del CONICET.

 

En una nota publicada en Batalla de ideas habló sobre la insistencia en la apertura de las escuelas a cualquier costo y su imposición violenta que nos hace vivir en la incertidumbre, pero a la vez es una situación que abre la posibilidad de empezar a pensar qué educación y espacios pedagógicos queremos para cambiar este mundo que nos toca vivir.

En diálogo con Radio Urbana, advirtió que «Lxs que más padecieron la pandemia fueron lxs más jóvenes. Hay muchos sujetos políticos en forma despolitizada dentro del aula. Estamos creando generaciones con muchos síntomas futuros, hay varios sujetos políticos que vuelven a las aulas. Habría que preguntarle a ellxs cómo se sienten».

En tal sentido, habló sobre cómo aprovechar el espacio público, «No sabemos en que quedo pero hay una clave interesante. Hay muchos sujetos políticos en forma despolitizada dentro del aula».

«Cada provincia tiene sus contextos particulares. Lo que yo veo, particularmente en CABA, es que este volver es un atropello», expresó sobre el retorno a la presencialidad.

En general la incertidumbre esta muy asociada a usarla muy rápido. Es un gesto de asumir que no se resuelve más rápido. «No hay tiempo para pensar. Crecimos en ficciones de un progreso ilimitado y del individuo. Hay que bancarse la incertidumbre sabiendo que somos interdependientes. Nos tenemos que dar el tiempo de que no sabemos como vivir juntos», detalló.

«No sé cómo vamos a llegar a fin de año en este contexto. Hay cuerpos muy cansadxs» y en la misma línea destacó al cuerpo como una «variable impostergable del aprendizaje» que no suele discutirse de tal manera en la educación.

Para finalizar, resaltó que estamos frente a la oportunidad de pensar el cuidado que generalmente también recae en las mujeres, si no «las escuelas es el lugar al que mandamos a nuestrxs hijxs mientras nosotrxs somos productivxs». Continuó: «El mayor compromiso de esta época debiera ser asumir que no sabemos».

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