Del 19 al 21 de agosto se desarrolló, en la Ciudad de Buenos Aires, el Campeonato Mundial del Alfajor. Alfajores Pehuen-Có fue la única marca de la zona en participar, junto a más de 300 productores de Argentina.
Ana Lía Sotelo, creadora de los Alfajores Pehuen-Có, conversó con Radio Urbana sobre la historia de su emprendimiento y la experiencia de ser parte del Campeonato.
Alfajores Pehuen-Có surgió de la fascinación de Ana Lía y su marido, Gabriel Kohan, con el balneario bonaerense. «Vivíamos en Santa Rosa y nos fuimos de vacaciones a Pehuen-Có. La noche anterior a irnos, fuimos a un paseo de artesanos que tenía todo tipo de artesanías pero nada de golosinas. Nosotros veníamos pensando en qué podíamos hacer para mudarnos allá. En ese momento le dije a Gabriel “¿y si venimos a hacer alfajores?”. Lo primero que hicimos cuando llegamos a Santa Rosa fue registrar la marca».
Si bien su primera aproximación en el balneario fue con un bodegón, más tarde abrieron la pastelería Dulce Ani Pehuen-Có. «Yo quería dedicarme a lo dulce porque amo el chocolate». Esa pasión por el chocolate se tradujo en el cuidado al momento de producir sus golosinas. «Elaboramos nuestras propias tapas, por eso no tienen el sabor metálico de los alfajores industriales. Nuestros alfajores tienen amor, cuidado y materias primas de buena calidad».
En el Campeonato Mundial del Alfajor desarrollado en La Rural de la Ciudad de Buenos Aires, encontraron la oportunidad de dar a conocer sus productos y aprender de los diferentes emprendimientos. «Sirve para aprender, medirte, que te conozcan y saber cómo estás posicionada. Además de haber llevado la marca, llevamos a Pehuen-Có. Hablamos de geografía, de historia y del alfajor. Fue una experiencia impresionante».