Ex embajadora en Londres hasta el 10 de diciembre, Alicia Castro advirtió sobre los riesgos del giro del nuevo gobierno en la cuestión Malvinas. Tras repasar los logros diplomáticos obtenidos por la anterior administración, entre ellos la conformación de un grupo pro-diálogo en el que participan figuras de la política británica como Jeremy Corbyn, reelecto líder del laborismo, la ex diputada y gremialista de Aeronavegantes convocó a sumar firmas para el Manifiesto de repudio al acuerdo por Malvinas al que ya se sumaron personalidades de la cultura y los Derechos Humanos, miembros del Parlamento y veteranos de la guerra que –mayormente- combatieron como conscriptos.
“El pueblo argentino abrazará el imperativo ético de defender nuestra soberanía. Y sabrá hacerlo cumplir”, dice el último párrafo del documento, uno de cuyos firmantes es el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. “Es muy importante que la ciudadanía esté alerta y salga a reclamar. El acuerdo (firmado por Malcorra) significa el desmantelamiento de las medidas legislativas, judiciales, administrativas, que la Argentina tomó en los últimos años para proteger sus recursos. Nuestro Manifiesto se propone rechazar a quienes proponer ceder esos recursos a los británicos y a quienes pretenden, como el presidente Macri, no hacer observaciones sobre la base militar que existe en Malvinas“, afirmó Castro.
En diálogo con Tiempo, la ex embajadora no descartó que el gobierno de Macri haya ensayado algunos gestos de acercamiento a Londres con la pretensión de facilitar la candidatura de Malcorra a la secretaría general de las Naciones Unidas. Esa apuesta, como se sabe, fracasó. La asamblea general de la ONU designó en el puesto al portugués Antonio Guterres.
“Era conocer muy mal a los británicos pensar que haciendo concesiones no la iban a vetar a Malcorra. Este gobierno, evidentemente, desconoce las bases mismas para sentar una política de relaciones exteriores. Esto trasciende el tema de Malcorra. Porque, más allá de que Malcorra haya querido caer simpática ante el Reino Unido, lo cierto es que la visión de ‘entrar en el mundo’ de Macri está acompañada por su tentación de ceder ante los más poderosos”, cuestionó Castro.
“Cuando hablamos de Macri y Malvinas hay que recordar un reportaje que le dio en 1997 a Página/12. Allí dijo textualmente que no entendía ‘esto de las soberanías’. Y se preguntó por qué estábamos tan preocupados por las Malvinas cuando Argentina es un país tan grande, que no tiene problemas de límites territoriales como Israel. Y que además representaban un gran gasto. Aquello lo dijo cuando era presidente de un club de fútbol: no tenía importancia. Pero ahora piensa lo mismo como presidente de la Nación, y es gravísimo”, remarcó la ex embajadora.
Castro también recordó el episodio en el que Macri aseguró que había conversado con la primera ministra de Gran Bretaña, Teresa May, sobre varios puntos, incluso sobre la soberanía en el archipiélago. Cuando trascendió esa frase, Londres no tardó en desmentirlo. Para la ex embajadora en Londres, la situación podía equipararse a un “zafarrancho diplomático”. “Se entiende que está absolutamente desorientado: sobre lo que está hablando y sobre el valor mismo de la política. Y también sobre el valor que la diplomacia le da al concepto de soberanía”, analizó Castro.
“Todo lo que nosotros tejimos en los últimos años, que redundó en un apoyo hasta dentro del propio Reino Unido hacia la postura del diálogo argentino, una posición que reunió a ecologistas con ambientalistas, y también con ciudadanos comunes que no quieren que sus impuestos sean invertidos en unas islas remotas mientras soportan ajustes sobre educación, salud y vivienda, todo esto Macri lo acaba de tirar a la basura de un plumazo el día 13 de septiembre, con la firma de esa declaración. Es un documento de rendición a la posición argentina”, completó la ex embajadora.
Según Castro, el gobierno intentará modificar las leyes vigentes de hidrocarburos y pesca. Ambas normas penalizan a las empresas instaladas en Malvinas que explotan recursos soberanos de la Argentina. “La propia Malcorra ya dijo que iría al Congreso a modificar las leyes. Toda la línea técnica de la Cancillería, sin embargo, está en contra. En el acuerdo G77+China, que se firmó 13 días después de la declaración conjunta, se reivindica la soberanía argentina en Malvinas y se dice que la exploración ilegal le hace un daño muy grande al país. Todo esto significa que no tienen apoyo, ni de la Cancillería ni de los senadores y diputados, que ya han sido bastante expresivos con Foradori y Malcorra”, concluyó la ex embajadora.
Fuente: tiempoar.com.ar