El Gobierno nacional confirmó, a través de su Vocero Manuel Adorni, que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) estará sujeto a un ajuste que incluirá la venta de tierras y propiedades, y del despido de no menos de 227 trabajadores, que sumados a retiros voluntarios y otros métodos, significará la pérdida de mil puestos de trabajo.
Alejandro Loydi, director del Centro de Recursos Naturales y Renovables de la Zona Semiárida (CERZOS, CONICET-UNS), explicó que «el INTA tiene puestos en todos el país, y los resultados son diversos por las diferentes necesidades que hay a lo largo y ancho del país. Homogeneizar al ente nos parece una locura y no podemos estar callados. El recorte en trabajadores y trabajadoras ya se está empezando a sentir, y se sentirá aún más en el futuro; se está perdiendo mucho conocimiento con la gente que se va. Eso es algo que tarda muchos años en recuperarse».
«Hay una política del Gobierno nacional de denostar a los organismos estatales, y las personas que allí se desempeñan pasan a buscar otras oportunidades. Es un recurso humano formado en el país con dinero público, que se regala a otra entidad u otro país, en lugar de devolverle a la Argentina lo que el Estado puso por uno» Alejandro Loydi.
En cuanto al impacto de este ajuste, el investigador detalló que «tanto el campo experimental de Ascasubi como el de Bordenave van a perder más de la mitad de las tierras, que pueden ser consideradas no productivas pero porque no están destinadas a eso, sino que se destinan a la investigación y muestras de extensión, buscando maneras nuevas de producir para los agricultores chicos y para las huertas familiares. También están los campos experimentales, donde se realizan las investigaciones y se aplican nuevas tecnologías para que sean aprovechadas por los profesionales».
En cuanto al reclamo que llevan adelante desde la publicación de este comunicado, Loydi aseguró que «nos llama la atención que ninguna entidad nos acompañe en esta expresión, y hay muchos productores de la región que trabajan con el INTA. Sabemos que ayer se reunió el consejo superior del INTA y rechazó este ajuste que proponen desde el Gobierno; quieren una modernización pero que se haga teniendo en cuenta a los trabajadores, y que no se decida unilateralmente en Buenos Aires con gente que no tiene llegada a la realidad de los trabajadores en todo el país».