En octubre la deuda externa del sector público y privado se incrementó en u$s 4.650 millones de dólares y en menos de diez meses el total de nuevas colocaciones en moneda extranjera superó los u$s 44.700 millones.
Según un informe realizado por la Fundación Germán Abdala (FGA), del total de deuda emitida en octubre, u$s 3.300 millones-un 70,1%- correspondieron a colocaciones del Tesoro Nacional.
De acuerdo con el relevamiento de la FGA, el sector público nacional lidera el endeudamiento con u$s 32.367 millones, seguido por las provincias, con u$s 7042 millones; el segmento privado, con u$s 5.179 millones, y los municipios, con u$s 150 millones.
En dialogo con ámbito.com, el director de Espert & Asociados, José Luis Espert, dice que mientras haya déficit fiscal, «el Gobierno lo va a financiar con emisión o con deuda, ya sea con el Banco Central, con la Anses o con los privados».
«Me parece obvio que el Gobierno tendría que haber anunciado un programa de ajuste del gasto público para bajar el déficit. Tenemos una presión impositiva nunca vista en la Argentina, récord para el mundo, para el que está en blanco y encima tenemos uno de los déficit fiscales más altos de la historia», explica.
En tanto, el extitular del Banco Central, Arnaldo Bocco, sostiene que la gestión fiscal del Gobierno es «muy mala». «Con este nivel de endeudamiento, con la previsión de deuda, lo que veo es que no van a poder pagar. Esto quiere decir que en el largo plazo, esa deuda va a volver a tener una situación grave y la van a terminar pagando el conjunto de los contribuyentes argentinos», enfatiza.
En esa línea, el economista del Frente Renovador (FR) y ex presidente del BCRA, Aldo Pignanelli, coincide con sus colegas al señalar que la deuda se «ha incrementado notablemente» para cubrir el déficit fiscal.
Y agrega: «La única manera de que la deuda no tenga consecuencias futuras es que se utilice para incrementar el empleo, reactivar la obra pública y mejorar la competitividad de la Argentina. Ahora bien, si se va a utilizar para tapar el agujero fiscal, el futuro es muy complicado».
Según Mariano Otálora, especialista en mercado de capitales, el endeudamiento era inevitable porque existe un déficit «muy alto».
Asimismo, sostiene que financiar siempre el déficit con endeudamiento genera otros problemas como no ser «eficiente» con los gastos.
¿Cómo salir de la trampa?
Otálora remarca que Argentina debería tomar toda la cantidad de deuda que pueda para invertir en infraestructura porque tiene un «déficit enorme» en ese sentido. «Hoy por hoy, tanto el Gobierno como las provincias tienen un nivel de endeudamiento bajo», opina y aclara: «siempre depende para qué te endeudas».
Para Bocco, la macroeconomía en Argentina está «descoordinada» por lo que considera que hay que hacer es un «buen gerenciamiento» de la misma.
El economista afirma que hay que apuntar a la reactivación del mercado interno ya que significa el 75% de la actividad. «Necesitamos consumo e inversión. Si el mercado se aplasta, cae la actividad, cae el empleo y aumenta la pobreza», opina.
Por otra parte, Espert dice que hay que bajar el déficit congelando el gasto público y en algunos casos, bajándolo.
En otro orden, Pignanelli, sostiene que las deudas «generalmente no se pagan» sino que se «administran». Sin embargo, dice que la Argentina, en el año 2001 llegó al 40% de deuda del PBI, le dejaron de prestar y tuvo que entrar en default. «Ese es número al que podríamos estar acercándonos a fines de 2017 o principios de 2018», advierte.
Previsiones para 2017
Arnaldo Bocco cree que la economía va a repuntar el año próximo. «La recuperación va a ser un poquito menos, o más, del tipo de lo que fue la caída de este año. El Gobierno no va a traccionar por el mercado interno ni va a haber mayores exportaciones, como tampoco va a haber un gran impacto por el lado de la obra pública», indica.
Espert advierte: «Si el programa económico del gobierno de Macri es este, meta déficit fiscal y meta deuda, ya sabemos cómo va a terminar esto. En algún momento no se va a poder pagar la deuda. Yo no veo un Gobierno que transmita confianza en el mediano o largo plazo».
En tanto, para Otálora, en el 2017 va a haber crecimiento ya que es un año electoral y el Gobierno va a tener que «poner» plata. «Para que Argentina pueda salir de la recesión va a tener que crecer a un 4%», dice.
Por último, Pignanelli señala que el país va a crecer un 3% ya que la comparación va a ser con un 2016 «muy malo». «Con la obra pública y el campo tienen asegurado un repunte de la economía del 3%», afirma.
La mirada de un referente de la izquierda
Luis Zamora, dirigente de Autodeterminación y Libertad (AyL) e histórico referente de la izquierda, dice que Argentina «va hacia una nueva crisis del sector externo con fuertes pagos de deuda y con una estructura económica que alimenta, por otras vías, una salida de divisas superior a la que ingresa, lo que conlleva fuertes retrocesos en las condiciones de vida, en salario, y empleo».
«La crisis que genere la toma de deuda por parte del Gobierno sea aún más brutal que los antecedentes históricos -1975,1982,1989,2001- sobre todo teniendo en cuenta el alto nivel de la deuda pública que dejó el gobierno anterior, a pesar de todo lo que pagó», señala.
El dirigente político y abogado considera que con ese endeudamiento, se ha empezado a financiar el déficit comercial, lo que «equivale a decir que con esos nuevos préstamos se posibilitan parte de los pagos de nuevas importaciones que están destruyendo fuentes de trabajo en el país».
«La plata contraída a través de la deuda que no se va enseguida, solo garantiza reservas para fugas previsibles en el futuro próximo como las ganancias que están obteniendo los capitales especulativos que ingresaron para beneficiarse en el corto plazo de las altas tasas que pagan las LEBAC del Banco Central», detalla y agrega: «Los préstamos en estas condiciones solo sirven para saquear al país y al pueblo trabajador».
Fuente: ambito.com