El juez de la Cámara de Casación penal Juan Carlos Gemignani decidió apartarse de todas las causas contra el exministro de Planificación Julio De Vido, a quien llegó a denunciar por presuntas dádivas. La maniobra, que se completará esta semana, incluye inhibiciones de Gemignani en los expedientes que vinculan a De Vido con la tragedia ferroviaria de Once, con un presunto enriquecimiento ilícito del exfuncionario y de su mujer, y con los aparentes pagos de sobornos para la adjudicación de obras públicas a favor de la compañía Skanska.
La decisión de apartarse disparó especulaciones de todo tipo en Comodoro Py. Sus pares advierten, por lo bajo, que Gemignani no podía desconocer que haber denunciado a De Vido por la provisión de equipamientos informáticos a la propia Cámara de Casación derivaría necesariamente en su salida de las otras causas bajo su estudio por el principio de que un juez no puede ser parte de un proceso contra el mismo encausado. En esa línea, sospechan que avanzó en la acusación con el secundario propósito de correrse de las investigaciones contra el exfuncionario.
Pero además, el rol del camarista quedó en jaque en el fuero tras haber ordenado la detención de una secretaria de la Casación, María Amelia Expucci, por haberse negado a realizar un inventario durante la feria invernal en lo que luego se convertiría en la denuncia por supuestas dádivas contra De Vido. Tras ese escándalo, el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi desechó una denuncia de Gemignani contra Expucci y la de presuntas coimas contra el exministro. De hecho, el camarista pasó a ser denunciado por «privación ilegítima de la libertad» y está pendiente de definición un llamado a indagatoria por el caso Expucci.
Pasada la acusación que presentó contra De Vido, la primera inhibición que presentó Gemignani fue hace un par de semanas ante sus pares de la Sala III en la causa por la tragedia de Once. Los jueces Eduardo Riggi y Liliana Catucci se la aceptaron y tras un sorteo quedó en su reemplazo Gustavo Hornos. En el expediente por presunto enriquecimiento ilícito, el camarista aceptó dejar de intervenir luego de un planteo de recusación y de nulidad que presentó la defensa de De Vido y que tomó como base la determinación en el expediente por Once.
La única causa contra el exministro de Planificación en la que Gemignani continúa es en Skanska. En Tribunales, sin embargo, dan por hecho el mismo temperamento tanto del camarista para pedir su propia inhibición como de sus colegas en este caso de la Sala IV, Ángela Ledesma y Mariano Borinsky, para aceptársela.
Funcionarios judiciales de experiencia sostienen que este tipo de minués, con pasos formales estudiados y predecibles de unos y otros protagonistas, suelen ser de utilidad en causas de gran visibilidad pública y escasa chance de condenas, como son las de corrupción, en las que difícilmente existan pruebas en papel de los hechos denunciados. Se trata, en ese aspecto, de salidas elegantes amparadas en las sutilezas del Código Procesal Penal.
Fuente: ambito.com