La defensa de dos de los procesados en la causa por las operaciones con el denominado «dólar futuro» acusó al juez federal Claudio Bonadio de fundamentar su decisión, que involucra a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner mediante el «copiado y pegado» de sitios de Internet, cuya idoneidad puso en duda y, además, sin citarlos.
Hernán Canessa, abogado de Alejandro Formento y Germán David Feldman (ex directores del Banco Central, ambos procesados por Bonadio y embargados por 15 millones de pesos), pidió la nulidad del fallo, entre otras razones, por esa supuesta práctica de «copy-paste», que identificó párrafo por párrafo.
Canessa descalificó el procesamiento por sus argumentos, pero también advirtió: «Lo grave, además, es que para vestir ese convencimiento, ha recurrido a la copia de artículos de Internet que utilizó reproduciendo de manera casi literal, como si fueran argumentos propios y sin citar su verdadera fuente.» Bonadio, según esa visión, «argumenta desconociendo la prueba producida en autos y el contenido de los descargos, sólo a partir de artículos ajenos a las presentes actuaciones: no se preocupa en demostrar y, cuando intenta hacerlo, en muchos casos increíblemente, recurre a pseudos elementos probatorios que carecen de todo rigor y valor».
La apelación cuestiona conceptos centrales del procesamiento: la existencia de un «ficticio» precio de mercado en los contratos de dólar futuro, a la falta de «veracidad» del precio del dólar de contado o spot producto del denominado «cepo cambiario», a la «veracidad» de los precios de dólar «contado con liquidación», «bolsa», «blue» por ser el resultado de un «mercado libre», entre otros. Todas cuestiones de política económica, un resorte que la Constitución Nacional reserva para los gobernantes, no para los jueces.
En 2006, el Consejo de la Magistratura removió de su cargo al conjuez federal cordobés Diego Estévez, quien había sobreseído a todos los imputados por la voladura de la Fábrica Militar de Río Tercero. Una de las razones de aquella decisión fue que el magistrado había fundado su decisión con párrafos extraídos de una página de Internet de monografías y resúmenes, frecuentemente consultada por estudiantes: «El rincón del vago».
«Increíblemente, el origen de muchas de las categóricas definiciones del juez son el resultado de un ‘cortado y pegado’ de artículos que pueden encontrase en Internet. Sí, en Internet», sostuvo el abogado Canessa. Y ejemplificó con párrafos enteros tomados de páginas web y publicados por el Instituto Interamericano para la Cooperación para la Agricultura, La gran enciclopedia de Economía y una nota de opinión del abogado Marcelo Camerini publicada por el sitio de Internet . «Se desconocen los antecedentes de esta institución en materia de regulación monetaria y financiera», reflexiona la apelación.
Fuente: tiempoar.com.ar