El presidente de la Corte acusó a la fundadora de Cambiemos de iniciar una “guerra política” y buscar influir en la Justicia. Contraataque en Tribunales.
Con las características de un reality show (pero en clave política), el enfrentamiento abierto entre la socia fundadora de Cambiemos, Elisa Carrió, y el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, amenaza con convertirse en el principal escándalo institucional con su réplica electoral. Ayer continuó subiendo el voltaje del conflicto luego que el supremo gatillara la segunda carta-documento contra la diputada en la que le anunciaba el inicio de acciones judiciales ante sus denuncias públicas por su carácter «difamatorio». Negando las acusaciones hizo hincapié en la «afectación de la independencia del Poder Judicial», que supone el pedido de Carrió para que Mauricio Macri interceda y se den de baja contra denuncias que apuntan al financiamiento de su actividad política. El mar revuelto agudizó internas y pases de facturas dentro de la Justicia que atraviesan todos los estamentos y también involucran a los principales operadores del Gobierno.
«Creo que el país espera de nosotros un comportamiento responsable y un espíritu sereno, que no se compadece con una suerte de guerra política que usted ha iniciado, en la cual no participaré. No hace bien a la República y tampoco favorece la seguridad jurídica ni el Estado de derecho», escribió Lorenzetti su segunda carta-documento, en tono más político que judicial. Así coronó lo que había desatado un vendaval de cruces, con su primera epístola en la que la intimaba a retractarse de sus declaraciones en las que había intensificado señalamientos. La respuesta fue avasallante: un pedido de juicio político por «ausencia de transparencia en su patrimonio»; el manejo de las escuchas; su vínculo con una mutual presuntamente utilizada como financiera para cambiar cheques del programa Fútbol para Todos; la «oscura e irregular matriz administrativa del Poder Judicial», la «cooptación de las estructuras del Consejo de la Magistratura para la concentración del poder y el manejo de los fondos de la Justicia» y «la destrucción del sistema de control interno», entre otros delitos. El supremo evitó una respuesta luego de la conmoción que desató en el cuarto piso del Palacio de Tribunales la presentación de Carrió pero, como adelantó Ámbito Financiero, apuntó a la demanda civil como táctica de defensa.
«No habiendo cesado su conducta, no me queda otro camino que proceder a iniciar acción de responsabilidad civil por daños», afirmó Lorenzetti, que criticó a la chaqueña por «persistir en declaraciones difamatorias». «Es grave la afectación de la independencia del Poder Judicial, usted ha dicho que quiere modificar las autoridades de la Corte Suprema de Justicia, cuando sabe perfectamente que el tribunal no acepta ni aceptará presiones de este tipo», subrayó Lorenzetti, cuyo blanco fue el pedido público de Carrió para que Macri interceda y lo obligue a desactivar dos denuncias que buscan indagar en su patrimonio. En la mesa de Mirtha Legrand, Carrió devoró la división de poderes con esa exigencia a la que ató su eventual candidatura porteña, clave para el oficialismo. En el mismo movimiento, dejó incómoda a la Casa Rosada, cuyo único reflejo fue brindarle apoyo frente a las denuncias en 180 caracteres. El conflicto está sin conducción y lejos de aplacarse. Lorenzetti tiene la ventaja de poder negar que esas causas que se enfocan en la compañía Amarilla Gas sean de su autoría -ya que hay dos denunciantes presentados- aunque, su desarchivo (post-juicio político) fue impulsado por Martín Irurzun, uno de los hombres fuertes que le reportan en la Justicia federal, empoderado en la estratégica Dirección de Captación de Comunicaciones.
Tras la difusión de la carta-documento, dirigentes de la Coalición Cívica salieron en defensa de Carrió con comunicado exigiendo publicidad de la declaración jurada del supremo. Acto seguido, en tiempo real, el perfil en Twitter de la Corte Suprema publicó en redes sociales una foto de los cinco supremos como un mensaje de unidad ante el silencio del Tribunal, que no emitió mensaje institucional en esta trifulca. En paralelo, se replicó un mensaje de Jorge Rizzo, titular del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal (CPACF) que para el caso, funge de asesor de oficio de Lorenzetti, que recordó que el 19 de mayo de 2016 el Centro de información Judicial anunciaba que se ponía a disposición de Carrió la documentación patrimonial. La pelea promete enfrentar operadores judiciales de la Casa Rosada que han hecho sutiles movimientos en apoyo de uno u otro sector, pero también en rencillas internas que han azuzado un todos contra todos en las segundas líneas del propio Poder Judicial.
Fuente: ambito.com