La propuesta, que llegó antes a los medios que a los docentes, pasó del 19 al 20 por ciento de aumento. Lo llamativo fue que ofrecieron un acuerdo a tres años. Para los gremios, en lo sustancial “no hubo avances”.
La gobernación bonaerense presentó a los docentes su “nueva” propuesta salarial, que subió en un punto la que había presentado en el anterior encuentro paritario: pasó del 19 al 20 por ciento de aumento. Incluyó además un ítem por presentismo y el planteo de firmar un acuerdo por tres años. Los gremios la rechazaron, tras advertir que se trata siempre del mismo ofrecimiento. No hubo anuncios de nuevas medidas de fuerza, ya que la negociación pasó a un cuarto intermedio. Los dirigentes dijeron que esperarán los resultados del próximo encuentro antes de resolver la continuidad del plan de lucha.
“No hubo avances. Lo que hicieron fue dar un paso más en la estrategia de no modificar la propuesta, a no ser en un 1 o 2 por ciento”, sostuvo al salir de la reunión de la comisión técnica salarial Roberto Baradel, titular del Suteba.
A su vez, Mirta Petrocini, de la FEB, agregó que la oferta “de un punto más significarían agregar en realidad 30 pesos al sueldo básico, y alrededor de 60 pesos en los salarios del mes de octubre”, por el pago en tramos.
La reunión volvió a sentar a los funcionarios del equipo de Vidal con los dirigentes de los seis sindicatos docentes de la provincia (Suteba, FEB, Sadop, Amet, UDA y Udocba), que vienen coordinando un plan de lucha como Frente de Unidad Gremial.
En la nueva propuesta, la gobernación agregó 250 pesos a la suma que compensará la inflación de 2016, que pasó de 500 a 750 pesos. Y un ítem de presentismo de 5.300 pesos para este año, que iría en aumento los dos siguientes, siempre que baje el ausentismo.
Los números están lejos de lo que reclaman los docentes, que al inicio de la negociación paritaria pidieron un 35 por ciento –10 para recuperar lo perdido por la inflación de 2016 y 25 para este año–. Ayer, de manera extraoficial, en algunos de los gremios hablaban de un 30 por ciento como número en el rango de lo aceptable –8 por la inflación del año pasado, 22 para la de este año, con una cláusula gatillo de ajuste automático por inflación–.
Lo novedoso de la reunión de ayer no fue así el monto del aumento ofrecido, que en el mes y medio de conflicto pasó del 18 al 19 y ahora al 20, manteniendo prácticamente el mismo techo, sino el agregado del ítem por presentismo de 5300 pesos anuales (serían 441 pesos por mes) y el hecho de que la gobernación planteara firmar el acuerdo por los próximos tres años.
En este esquema, propuso otorgar en 2018 un 10 por ciento de aumento más que la inflación que registre el Indec y 20 mil pesos anuales por presentismo, sujetos a la baja del ausentismo. Y para 2019, un aumento del mismo orden –10 por ciento por encima de la inflación–, con 32 mil pesos anuales de presentismo.
La propuesta fue filtrada a los medios en los minutos iniciales de la reunión, cuando los representantes docentes no habían sido informados de su contenido, en una señal de que los funcionarios estaban enfocados más en impactar a la opinión pública, puertas afuera del ministerio, que en avanzar, puertas adentro, en un entendimiento con los gremios.
Luego los sindicatos formularían algunas aclaraciones sobre su contenido. Por ejemplo, cuestionaron que en la propuesta filtrada a los medios la gobernación hable de que un maestro pasará a de cobrar de los 19.220 pesos “promedio” actuales a 23.504 en 2017, 27.795 en 2018 y 30.644 en 2018. Los sindicatos apuntaron que el sueldo promedio alegado no es real, ya que correspondería al de docentes con dos cargos, que no son la mayoría.
La idea de extender el acuerdo a tres años fue calificada como un “disparate”. “¿No pueden darnos una respuesta a la pérdida del salarial de 2016 y quieren firmar por tres años?”, preguntó el estatal Oscar De Isasi (ATE), gremio que desde este año se integró a la paritaria, al igual que UPCN, por tener entre sus afiliados a los auxiliares de la educación.
Durante la jornada, la gobernación oficializó, por otra parte, el pago del premio de mil pesos a los maestros que no hayan adherido a las medidas de fuerza que se realizaron desde el 6 de marzo.
La gobernadora María Eugenia Vidal avanzó con esta “gratificación” a pesar de que un fallo de la jueza en lo contencioso administrativo 4 de La Plata, María Ventura Martínez, había intimado a la provincia a abstenerse de pagarlo –así como también de aplicar descuentos a los salarios por los días de paro–. El plus fue denunciado ante la justicia porque se trata de una medida dirigida a romper la huelga, que es un derecho de rango constitucional. Es decir que discrimina entre docentes que ejercieron un derecho y los que no.
También el presidente Mauricio Macri hizo su aporte diario al conflicto, al reclamar a los dirigentes docentes que “se sienten en una mesa y discutan” la situación del sistema educativo. “Tenemos un problema serio porque hace más de diez años que la educación pública está decayendo”, sostuvo, deslegitimando nuevamente a las escuelas estatales y responsabilizando a los sindicatos.
Macri ratificó además que el gobierno nacional no convocará a la paritaria federal, que desde 2006 fijaba, todos los años, el salario inicial de los maestros y era el ámbito donde se resolvía el monto del Fondo Compensatorio –destinado a que las provincias con menores recursos puedan pagar ese piso– y el de Incentivo Docente –que se reparte igualitariamente entre los trabajadores del sector, levantando los sueldos. “Para mí es una prioridad la educación, pero el tema de los salarios lo decide cada gobernador”, dijo el Presidente.
Fuente: pagina12.com.ar