DEBATE EN LA CENTRAL OBRERA FRENTE AL MODELO PETROLERO QUE QUIERE GENERALIZAR EL GOBIERNO
El triunvirato espera reunirse la semana que viene por primera vez en el año. Los dirigentes intentan resistir la presión del Gobierno y de sectores internos para debatir una eventual flexibilización.
La CGT se debate entre ignorar los proyectos de reforma laboral ideados por el Gobierno y focalizarse en lo que juzga más urgente, como la destrucción de puestos de trabajo en la industria, o bien salirles al cruce para no quedar a la zaga respecto de dirigentes de la CTA o de la izquierda que rápidamente tomaron la problemática como bandera. La disyuntiva surgió a la par del impulso que tomó en el Ejecutivo el acuerdo sellado en el sector petrolero, con modificaciones en las condiciones de trabajo, para instalarlo como modelo a replicar en otras actividades.
Hasta ayer imperaba en la central obrera la idea de eludir una confrontación con los funcionarios, al menos mientras las iniciativas no tuvieran una exposición formal. En el triunvirato creen que prestarse a una controversia dialéctica abrirá el riesgo de instalar una temática que de momento prefieren no abordar. Declaraciones como la del secretario de Empleo, Miguel Ángel Ponte, que comparó el mercado laboral con el sistema digestivo («comer y descomer») pusieron a prueba la templanza de los dirigentes en pleno receso veraniego.
Además, las propuestas que tiene en carpeta el Ministerio de Trabajo -y que este diario reveló en sucesivas notas en las últimas dos semanas- tienen la suficiente amplitud como para disparar respuestas heterogéneas desde el movimiento obrero peronista. Por caso, mientras los posibles cambios en los convenios colectivos y la rebaja de aportes patronales encuentran una resistencia generalizada en la CGT, otros ítems como el de las pasantías dividen aguas entre quienes la rechazan de plano y los que admiten viable discutir su reimplantación.
En el Ejecutivo buscarán aprovecharse de esas fisuras y, de paso, avanzar de manera sutil con algunos postulados que no demandan proyectos de ley. Por caso, relacionado con el proyecto de pasantías y la frenada ley de Primer Empleo, la cartera laboral instaló en la costa atlántica móviles del plan Empleo Joven, una política que apunta a la franja de 18 a 24 años para «la inserción laboral y formación». Cerca del ministro Jorge Triaca alegan que esas iniciativas dan indicios claros de la dirección que tomará la política laboral de este año.
Antes de decidirse a abrir el debate la central obrera tendrá la semana que viene su primer encuentro del año. Todavía no está resuelto si será de su «mesa chica» o bien del Consejo Directivo, su mayor órgano resolutivo. Dependerá de la cantidad de dirigentes disponibles en Buenos Aires hacia el jueves, fecha tentativa para la reunión en la sede de Azopardo. Hasta entonces, de todos modos, existe un acuerdo implícito entre los referentes prestos a hacer declaraciones de ocuparse centralmente de las cesantías en la industria, más graves para el triunvirato por producirse mientras en teoría rige un compromiso firmado con el Gobierno y los empresarios para frenar los despidos hasta marzo.
«La CGT no va a permitir nada que tienda a precarizar el empleo. Hoy por hoy nos preocupan más los despidos, sobre todo en sectores de la industria como la metalurgia y el calzado. La semana que viene debatiremos estos temas», adelantó anoche a este diario Carlos Acuña, uno de los miembros del triunvirato de la CGT.
Fuente: ambito.com