El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, se mostró a favor de resolver lo antes posible las graves denuncias judiciales que trascienden en los medios de comunicación y reiteró que la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, «no es una presa política».
El diálogo con el programa El fin de la metáfora, que se emite por Radio 10, el funcionario nacional minimizó que se haya una batería de sentencias relevantes sobre el inicio de la feria judicial de verano, como el procesamiento de Cristina de Kirchner, la condena a la parlamentaria electa del Mercosur y la reapertura de la denuncia de Alberto Nisman. «En conjunto tiene una carga muy fuerte, pero es habitual que para fin de año se saquen resoluciones que estaban para resolver. Desde ese punto de vista, es normal que esto suceda. Tenemos una Justicia que este año se ha despertado y ha actuado con independencia. Ha actuado contra el Gobierno anterior y este Gobierno, nos parece sano, siempre y cuando se resuelva en un tiempo razonable. Lo que no debe haber es que pase años y años y no se resuelva», analizó.
Aunque aclaró que «no quiere avanzar sobre proceso judiciales en trámite», Garavano avaló la reapertura de la denuncia del fiscal de la AMIA fallecido contra dirigentes kirchneristas. «Son decisiones que deben tomar los jueces. Ahora lo deberá el juez (Ariel) Lijo. Hay que tener en cuenta que el sistema procesal se inicia con una imputación, que se fija el objeto procesal, es decir, que se va a investigar esto, y se hace en el 95% a 98% de todos los casos. En el caso de la denuncia de Nisman es raro que no se hubiera hecho al menos. Es raro que un juez lo desestime, cuando es habitual que se pidan algunas medidas», sostuvo.
«El sistema de Justicia tiene problemas estructurales. Cada juzgado, y a veces los fiscales, se comportan como compartimientos estancos y con criterios diferentes en cuanto al proceso. Necesitamos que haya más previsibilidad y que los procesos estén más regulados. Esto genera que cada juez esté con su librito y determina cómo encarar sus investigaciones», aseveró, y dijo que es «importante» superar las etapas de instrucción que se «debate» en los medios de comunicación o «aún un procesamiento no tiene validez de culpabilidad de una persona».
«Es importante que se llegue a juicio, pero que no queden en el limbo de imputaciones, llamadas a indagatorias, allanamientos, procesamientos y que en la gente queda la sensación de que fueron responsables y no se llegó a juicio oral, donde se puede demostrar que todo eso era una construcción», evaluó.
En otro tramo de la entrevista radial, aseguró que no «tiene» detalles o información complementaria de la gravísima advertencia que la jueza federal maría Romilda Servini de Cubría esgrimió ante Ámbito Financiero sobre «aprietes» y presiones del Poder Ejecutivo al Judicial para que dé un paso al costado del fuero electoral. «Sufro permanentes críticas por no influir en la Justicia y mantener esta postura prescindente», respondió, y exhortó a la magistrada a denunciar los «aprietes» en la Justicia. «El Consejo es el órgano donde se deben debatir estar cosas», deslizó.
Asimismo, el ministro de Justicia expresó su satisfacción por la condena a Sala de tres años de prisión en suspenso e imposibilidad de ocupar cargos públicos por instigar el «escrache» a Gerardo Morales en 2009. «No conozco el detalle. La pena por el delito parece razonable. Es un caso en que la Cámara de Casación ordenó que se haga el juicio, y se hizo con amplios derechos de defensa y ahora se vendrán los recursos (de apelación) sobre esa condena», indicó.
«Más allá de si está bien o mal condenada, tenemos un buen ejemplo con todos los condicionamientos que tenemos de la Justicia funcionado: un tribunal en acción, una imputada que dice lo que tiene que decir, todo que se puede registrar, con participación del público», describió, aunque reconoció que se debe analizar el falso testimonio que sostuvo todo el proceso contra Sala. «Eso lo tiene que evaluar un Tribunal de alzada, si seguramente se presenta un recurso de Casación por la condena. Pero hubo un juicio oral donde todos pudieron ver si el testigo estuvo bien o mal, si es así o no. Eso en definitiva es la Justicia funcionando, con aciertos y errores», conjeturó.
En esta línea, dijo que la jefa de la Tupac Amaru no es una presa política. «No, cuando hay un juez y un sistema de Justicia funcionando no hay presos políticos», enfatizó, e insistió que hay una «sobredosis» de Comodoro Py. «Tenemos que pasar a otros tribunales de Comodoro Py, como los órganos de juzgamiento, que sean los que estén más en los diarios, y no la instancia preliminar que no significa nada», concluyó.
Fuente: ambito.com