Tras el acuerdo del gobierno nacional y los científicos el viernes pasado, la polémica por los recortes en el Conicet continúa. Esta vez por el propio ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, que declaró: “Yo no estoy acá para defender a los científicos”.
En declaraciones a Guetap, de Radio Vórterix, el titular de la cartera consideró que el conflicto de la última semana, que involucró la toma del ministerio durante cinco días, sirvió “para discutir el rol de la ciencia argentina y el del Conicet en particular. Cuál es el rol del investigador en el mundo que nos toca vivir”.
El acuerdo plantea prorrogar un año las becas a casi 500 científicos que habían sido evaluados positivamente para ingresar a la Carrera de Investigador del Conicet. Finalmente, no entrarán a la Carrera y seguirán como becarios, con la posibilidad de pasar a desarrollar tareas de investigación en otros organismos de ciencia del país, pero no el Conicet, que así tendrá el menor ingreso de investigadores (casi 400) en una década. “El número de vacantes disponibles era inferior a las expectativas respecto a cuántos cargos abrir. Asumimos que el cambio fue abrupto porque no supimos contar con la evaluación del presupuesto hasta último momento”, consideró Barañao. Y acotó que no es un “derecho individual” de estos investigadores con siete años de formación entre doctorados y posdoctorados elegir dónde desarrollar sus tareas: “no se altera la situación laboral de todos estos doctores, que han sido financiados por la sociedad en su conjunto; es la sociedad la que tiene el derecho de decidir dónde los necesita”.
Al momento de referirse a la posibilidad de renuncia en caso de que el viernes no llegaran a un acuerdo con los científicos, afirmó que su cargo “iba a depender de contar con los fondos necesarios para llevar mi tarea dentro de lo razonable para que el sistema científico crezca, esta es y seguirá siendo mi posición”.
“Considero que estoy cumpliendo adecuadamente mi tarea de defender el sistema, darle sentido a la inversión en ciencia y tecnología, yo no estoy acá para defender a los científicos sino para apoyarme en los científicos para lograr el desarrollo científico –continuó Barañao-. Estuve en la actividad gremial del Conicet durante 18 años y ahora me toca defender los intereses de la sociedad. No siempre lo que el investigador quiere para sí es lo que sirve. Hay un deber de orientar las capacidades para lograr desarrollo económico y social en la argentina”.
El domingo, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner citó en su twitter la columna de Roberto Caballero en Tiempo, asegurando que Barañao «fue ministro de una política realmente exitosa del kirchnerismo; y ahora, también como ministro pero del gobierno de Macri se transformó en el rostro inverso: una política de recortes presupuestarios que desmorona los avances conseguidos en Ciencia y Tecnología». Para el ministro “es una expresión desafortunada, en parte, deriva de un cierto grado de desinformación y, en parte, hay un uso político en esta situación».
Y apuntó que en la actual gestión de Cambiemos “hay un cambio de prioridades de acuerdo al contexto”, y dio el ejemplo de Arsat 3, confirmando que “es un proyecto que está siendo reevaluado porque pertenece a una generación de satélites que ya está obsoleta”.
El acuerdo del viernes no fue unánime. En las sedes del interior del Conicet mostraron mayor rechazo, especialmente en Córdoba, Rosario, Mendoza y Mar del Plata, que reclamaron ingresar a la Carrera de Investigador, para la que fueron evaluados positivamente y recomendados por las Juntas, y no como becarios un año más. La investigadora y becaria Lucía Caisso, del Conicet Córdoba, consideró que la propuesta «extiende un año más la precarización laboral de los becarios y por otro lado, propone que durante ese tiempo, se nos reubique en otros organismos estatales. Si nosotros hemos sido formados para ejercer como científicos, hemos postulado y hemos sido evaluados positivamente, no comprendemos la reubicación en otros organismos».
Fuente: tiempoar.com.ar