El escritor Alberto Laiseca, maestro de escritores, autor de la monumental novela «Los Sorias» y creador de lo que sus discípulos gustaban llamar «realismo delirante» murió este mediodía a los 75 años, en el Hospital Británico del barrio de Barracas (CABA).
Laiseca, cuyo rostro y voz se hicieron populares mucho después de haber escrito gran parte de su obra y gracias al programa de televisión «Cuentos de terror» que emitió el canal I-Sat, escribió una veintena de libros entre los que se cuentan «Aventuras de un novelista atonal», «La hija de Kheops» y «Los Sorias», novela mítica de más de 1500 páginas.
En 2011 se editaron en un solo volumen sus «Cuentos completos». Desde hace un año y medio Laiseca vivía en un geriátrico del barrio de Flores, su salud era delicada, y era visitado por algunos de sus discípulos, entre los que se encuentran Selva Almada, Leonardo Oyola, Juan Guinot, Leandro Ávalos Blacha y Sebastián Pandolfelli.
SUS DESOPILANTES DICHOS SOBRE LAS COSAS
«A los chicos no hay que mentirles, deben saber que este mundo es espantoso, no hay otra manera», lo dijo en la presentación de «La madre y la muerte», versión libre que el autor de «Los Sorias» hizo del cuento de Hans Christian Andersen «Historia de una madre».
Fue el autor de la monumental «Los Sorias», considerada por Ricardo Piglia como la mejor novela que se ha escrito en la Argentina desde «Los siete locos».
En la TV por cable estuvo en un cuarto oscuro fumando un cigarrillo y narrando cuentos de de Poe, Lovecraft, Stephen King, John Collier, Horacio Quiroga y Manuel Mujica Lainez, lo que le permitió mostrar sus dotes actorales y hacerse más visible para el gran público.
Laiseca no era dado a las apariciones públicas desde que su salud entró en un estado delicado, obligándolo a desplazarse en silla de ruedas.
Lo cual no morigeró su proverbial capacidad de expresarse: «A los chicos no hay que mentirles, deben saber que este mundo es espantoso, no hay otra manera. Hay que contarles la realidad, decirles como son las cosas. Las cosas son muy duras», había dicho en una de sus presentaciones el autor de «Matando enanos a garrotazos».
Fue el creador del realismo delirante. Una gran pérdida para la cultura argentina.
Fuente: infonews.com