La comunidad científica decidió poner en marcha una toma del Ministerio de Ciencia y Tecnología, ante el recorte del 60% de las partidas presupuestarias y la exclusión de más de la mitad de los postulantes que iban a entrar a la carrera en 2017.
Becarios del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), docentes y estudiantes decidieron ocupar el Ministerio de Ciencia y Tecnología en reclamo por los «recortes presupuestarios» que impiden partidas extras para asegurar el ingreso de 500 postulantes ya seleccionados y evaluados para ingresar a la carrera científica.
Los manifestantes, entre los que había representantes de Fuba, Conadu, Conadu histórica, AGD y ATE-Conicet, aseguraron que tras hablar con el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, y «no obtener respuesta» decidieron permanecer dentro del edificio de esa cartera por tiempo indeterminado.
La protesta es por el «recorte del 60% en los ingresos del Conicet» que impiden partidas extras para asegurar el ingreso de los 500 postulantes a becarios que ya fueron seleccionados y evaluados por el organismo, que ahora, dado esta reducción de partidas, anunció que sólo ingresarán 385 para el 2017.
Victoria García, doctora en Letras y referente de la Corriente Nacional de docentes e investigadores 12 de Mayo afirmó que la ocupación «continúa porque hay bronca en la comunidad científica ante el recorte. Somos cientos que por esta situación nos vemos expulsados del sistema científico
“Yo fui una de las postulantes que el Conicet admitió para ingresar a la carrera científica, pero que ante el recorte presupuestario veo cercenada la posibilidad de continuar mi carrera. Así como yo hay cientos de científicos formados en la universidad pública que ahora se verán forzados a emigrar”, advirtió.
La becaria doctoral del Conicet y representante de la agrupación Jóvenes Científicos Precarizados (JCP), Lucila D’Urso, dijo a Télam que «este recorte presupuestario implica la obstrucción y el corte de líneas de investigación muy importantes que se venían llevando a cabo. Es un golpe muy duro a la investigación pública».
«Hay riesgo de fuga de cerebros porque si el Conicet no nos da una inserción laboral no hay otros ámbitos de trabajo», afirmó D’Urso y agregó: «Venimos de una situación laboral muy precaria, estos son despidos aunque los quieran disfrazar de conveniencia académica».
El mismo sentido se expresó Nuria Giniger, becaria del Conicet y perteneciente a Científicos Universitarios Autoconvocados, quien pidió el giro de la partidaria presupuestaria necesaria para que los 489 recomendados que quedaron afuera puedan ingresar a la carrera del investigador científico».
Advirtió que «los que se quedaron afuera no tienen otra salida laboral, se van a ir a trabajar al exterior porque no hay muchas otras opciones».
En tanto, desde las organizaciones sociales se mostraron más intransigentes en el pedido de renuncia del ministro Barañao y del presidente del Conicet, Alejandro Ceccatto.
«Reclamamos que se vayan Barañao y Ceccatto porque quedó en sus manos el manejo de los incorporación de los científicos que aprobaron el examen de ingreso», aseguró el secretario adjunto nacional de Conadu Histórica, Antonio Rossello, y advirtió que «el ajuste en ciencia está ocurriendo en todo el mundo, es una crisis de expulsión de científicos».
A la convocatoria de ingreso a la carrera de investigador se habían postulado unos 1500 becarios, con cinco a siete años de trabajo, de los cuales 874 fueron evaluados por comisiones científicas del Conicet y recomendados para la incorporación por ser personal capacitado y contar con infraestructura adecuada para seguir investigando.
No obstante, en una lista que publicó el Conicet el viernes se supo que serán 385 los ingresantes al organismo, que pasarán a integrar el sistema científico con otros 80 que ingresarán desde el exterior.
Fuente: infonews.com