A propuesta de Pichetto, la Cámara alta votó tratar el tema en la próxima sesión. Los senadores kirchneristas no participaron de la sesión, denunciaron “una maniobra dilatoria” y el bloque del FpV-PJ quedó al borde de una fractura.
¿Como que no hay reunión de bloque? Decile a Miguel que si no convoca, yo rompo”, estalló de bronca ayer al mediodía uno de los senadores más importantes del Frente para la Victoria-PJ. Miguel, que es Pichetto, llamó a una reunión de urgencia. Hubo gritos, acusaciones cruzadas y pedidos de renuncia a la comisión de Presupuesto y Hacienda. Después de esa pelea y en una señal de rechazo a la conducción del bloque, más de una docena senadores del Frente para la Victoria decidieron no participar de la sesión que comenzó pasadas las 15. Así, en ese clima de enorme tensión en la principal fuerza política del Senado, la Cámara alta resolvió finalmente facilitarle una semana más al Gobierno para encontrar una solución al problema de la reforma del impuesto a las Ganancias. A propuesta de Pichetto, se aprobó a mano alzada una “moción de preferencia con o sin dictamen de comisión” para la próxima sesión, lo que implica que el miércoles que viene habría una definición sobre el tema. En el entorno del rionegrino aseguran que no tenían el número para avanzar con la media sanción de Diputados y confían en que el Poder Ejecutivo logre articular un proyecto “de consenso” entre los gobernadores, la CGT y los bloques legislativos.
El Senado vivió ayer otro día de alta tensión. La reforma del impuesto a las Ganancias dejó al borde de una fractura al bloque del Frente para la Victoria-PJ. La bancada se había reunido largamente el martes por la noche, luego de una jornada también intensa, en donde se cruzaron negociaciones y disputas entre representantes del Gobierno nacional, mandatarios provinciales y senadores. El martes por la mañana Pichetto le pidió al Ejecutivo que convoque a una mesa de diálogo multisectorial donde estén presentes todos los actores involucrados: gobernadores, centrales sindicales y bloques legislativos de ambas cámaras. La respuesta del Gobierno debía llegar ayer, antes de la reunión de Labor Parlamentaria prevista para las 11. Si no había una reacción positiva, la oposición intentaría avanzar con la media sanción de la Cámara de Diputados.
La respuesta del Gobierno no fue lo que se había pedido, pero tampoco un rechazo. El jefe de Gabinete, Marcos Peña y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, dieron una conferencia de prensa poco antes de las 14, en la que anunciaron un llamado al diálogo, pero en reuniones por separado con los distintos actores.
En este escenario y ante la decisión de suspender la reunión de la comisión de Prespuesto y Hacienda prevista para la mañana, el malestar de un sector del bloque del FpV-PJ desbordó. Lo senadores referenciados en Cristina Fernández consideraron la actitud de Pichetto como parte de “una maniobra dilatoria” y le exigieron de urgencia una reunión antes de que comenzara la sesión. “Quieren venderle a la sociedad que es un acuerdo político pero se esconden otro tipo de acuerdos en las sombras. Parte del PJ en el Senado vuelve a ser cómplice del Gobierno y le da la espalda a los trabajadores al no tratar Ganancias”, denunció públicamente la senadora por Chubut, Nancy González. Ella, junto al neuquino Marcelo Fuentes, fueron los protagonistas de un duro cruce con Pichetto.
Según pudo reconstruir PáginaI12, en un momento el jefe de bloque acusó a Fuentes de buscar un nuevo veto del presidente Mauricio Macri. “Yo no me meto con tus intenciones. Yo tengo el culo limpio”, le advirtió Fuentes, quien se retiró dando un portazo. Otros senadores le reprocharon a Pichetto no sólo su relación con el Gobierno nacional sino no haber “trabajado” para conseguir que se firme dictamen el mismo martes. En ese encuentro se pidió también que renuncien a la comisión de Presupuesto y Hacienda los senadores del Frente para la Victoria que no habían acompañado el dictamen con la media sanción de Diputados. Fue un tiro directo al salteño Rodolfo Urtubey y el catamarqueño Dalmacio Mera, quienes se negaron a renunciar. De hecho, a Urtubey le cuestionaron que ni siquiera hubiera presentado su propio proyecto. Si eso ocurría, varios de los senadores del FpV-PJ estaban dispuestos a firmarlo para conseguir dictamen de mayoría y después, una vez en el recinto, votar a favor del proyecto acordado por toda la oposición en Diputados. “Al final, tanto decían algunos que tenía que unirse el massismo, el kirchnerismo y bloque justicialista… ahora que acordaron un proyecto en Diputados parece que tampoco alcanza”, disparó con ironía una senadora.
Al finalizar ese encuentro, un grupo se reunió en el despacho de Fuentes, donde se decidió no bajar a la sesión en señal de disconformidad con Pichetto. “Los trabajadores tendrán que esperar por decisión de la cúpula del bloque FPV. Cuando se levantaron las retenciones al trigo, la soja y las mineras no escuche a los defensores de las provincias. Terminamos siendo un bloque funcional a Macri y NO al pueblo, a los trabajadores que esperan de un desahogo”, denunció Ana Almirón, de La Cámpora.
Hasta ayer, la media sanción tenía sólo cuatro firmas: Las de Juan Manuel Abal Medina, Omar Perotti, Pedro Guastavino y Graciela De la Rosa. A pedido de Alicia Kirchner, la santacruceña María Labado se comprometió a apoyar pero sólo en último lugar, si ya estaban garantizadas las demás firmas. Es decir que se necesitan cuatro firmas más para conseguir despacho de mayoría. Además de Mera y Urtubey, tampoco habían firmado el misionero Juan Manuel Irrazábal y el correntino Carlos “Camau” Espínola. Estos dos senadores sí aceptaron ser reemplazados en la comisión por otros dos integrantes del FpV-PJ, José Alperovich (Tucumán) y José Mayans (Formosa). Con ese cambio podrían llegar a las siete firmas y buscar dos más por fuera del bloque: el del cordobés Carlos Caserio (tensionado entre el rechazo del gobernador Juan Schiaretti y el respaldo del aliado de Sergio Massa, José Manuel De la Sota) y de Jaime Linares (cuya líder, Margarita Stolbizer, también está cerca de Massa).
De todas maneras, en caso de conseguir dictamen de mayoría, habrá debate sobre cuántos votos harán falta para aprobar la iniciativa el miércoles. La pelota quedó ahora del lado del Gobierno, que buscará imponer modificaciones al proyecto de Diputados y así evitar una dura derrota en el cierre de su primer año de gestión.
Fuente: pagina12.com.ar