El Gobierno ofrecerá eximir del pago de Ganancias el aguinaldo y otros rubros salariales como los viáticos y las horas extra, como parte de una negociación con la CGT en la búsqueda de un proyecto de ley de reforma consensuado con la oposición y los gobernadores. Con ese consenso en vista citó a la cúpula de la central obrera para mañana a las 10 a un encuentro con funcionarios. Se trata, como adelantó ayer este diario, de la búsqueda de un punto intermedio entre la iniciativa de la oposición aprobada en la Cámara de Diputados y la que había impulsado el oficialismo.
El proyecto de ley demandará una ingeniería de negociaciones contra reloj con la mesa chica de la CGT, la oposición y los gobernadores bajo la premisa de su eventual tratamiento exprés la semana que viene. Entre los puntos centrales de la iniciativa se destaca la suba del mínimo no imponible a un valor cercano un poco por debajo de la propuesta opositora (33.500 pesos para trabajadores solteros y $ 44 mil para casados y jefes de familia) y la generación de nuevas deducciones.
En el capítulo de las deducciones ayer en el Ejecutivo le confirmaron a este diario que se propondrá eximir el sueldo anual complementario del peso del impuesto, algo que sucedió en varias ocasiones en los últimos años pero sólo por una decisión política de la gestión de turno en función de sus tratativas con el sindicalismo. Y también, a instancias de un acuerdo marco, podrán quedar a salvo del impuesto los viáticos y los pagos adicionales por trabajo en horas extras, dos rubros que negociaron en particular los gremios del transporte.
Ayer, de hecho, los ministros de Trabajo, Jorge Triaca, y de Transporte, Guillermo Dietrich, se reunieron con los sindicatos de la actividad para negociar esos ítems. Al término del encuentro la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) anunció que hoy definirá eventuales medidas de fuerza ante una aparente falta de respuesta a sus demandas. En cambio, funcionarios al tanto de las tratativas dijeron que la voluntad del Gobierno apunta a conceder las deducciones reclamadas e interpretaron las advertencias de la CATT como una posible puesta en escena para luego adjudicarse como conquistas los puntos ya acordados.
El Gobierno se planteó desde un principio congraciarse con el sector, en el que reportan gremios estratégicos como Camioneros, colectiveros (UTA), ferroviarios, portuarios y aeronáuticos, decisivos para garantizar la contundencia de un eventual paro nacional. Como parte de esa misma agenda ayer por la mañana Mauricio Macri recibió a Hugo Moyano, líder de los camioneros, que no sólo ratificó el planteo de la CATT sino que aprovechó para avanzar sobre otros puntos de preocupación como la viabilidad de la empresa postal OCA bajo su manejo (tras la crisis en la que lo dejó su dueño anterior) y el plan de pagos que montó con la AFIP para regularizar sus deudas impositivas.
La discusión del Gobierno con la CGT comenzó a encarrilarse cuando Triaca y Mario Quintana, coordinador del Gabinete, visitaron el gremio de Sanidad para conversar con Héctor Daer y Carlos Acuña, del triunvirato de líderes de la central. Los funcionarios descargaron buena parte del conflicto por Ganancias sobre las espaldas de su par de Hacienda, Alfonso Prat Gay, a quien responsabilizaron por haber enviado la iniciativa al Congreso sin haber participado al resto de los ministros y ni siquiera a las autoridades parlamentarias.
Fuente: ambito.com