Se imponen nuevos contratos para los médicos de cabecera, que regirán a partir del 1 de diciembre. Están obligados a firmar o dejan de cobrar. Los cambios habían provocado un cruce entre la ex presidenta Cristina Kirchner y el titular de la obra social que atiende a los jubilados, Carlos Regazzoni.
El martes pasado, a las ocho de la noche, los médicos de cabecera del PAMI realizaron una asamblea en el partido de San Martín, provincia de Buenos Aires. Se pidió allí que levanten la mano todos los médicos que estaban despedidos del PAMI. “Y levantaron la mano casi todos. El primero de diciembre, no sé qué médico de cabecera va a abrir las puertas”, aseguró a Infonews el Doctor Pablo Pitta, abogado de la Asociación de Médicos de la República Argentina.
Sucede que la dirección Ejecutiva del PAMI decidió imponer a todos sus médicos de cabecera un modelo de contratación que regirá a partir del primer día de diciembre. Se trata de la resolución 1895/16 que, si se aplica, va a deteriorar el sueldo de los médicos que trabajan para el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP), o sea, PAMI.
Con el sistema actual, los médicos de cabecera del PAMI cobran “per cápita”, es decir por cada paciente atendido. El contrato que busca imponer Carlos Regazzoni, titular del organismo, fija que los médicos de cabecera podrán hacer “700 cápitas como máximo -unos 14 mil pesos- y al resto se lo van a pagar en “prestaciones”. Las cifras que se manejan son nominales y los profesionales desconocen qué, cómo y cuánto se les pagará en concepto de «prestaciones».
«Aunque en apariencia ganen más lo que se incrementa es el trabajo” asegura Pitta, abogado de la Asociación de Médicos de la República Argentina. “Van a tener que estar treinta o cuarenta horas semanales atendiendo pacientes”. Y según ese cálculo le podrán dedicar doce minutos cada uno de ellos: trabajarán más por menos plata.
Además de un deterioro salarial, los médicos del PAMI pueden perder su derecho de agremiación, aguinaldo, vacaciones, ART, jubilación y obra social. El nuevo sistema prestacional perjudica, por consecuencia, la atención de los jubilados, para quienes los médicos de cabecera suelen ser fuente de consulta, acompañamiento y seguimiento clínico en una etapa como la vejez. Sin embargo, desde el discurso oficial, el nuevo modelo de contrato fue anunciado como una serie de modificaciones que permitirá a los afiliados cambiar cada dos meses de médico de cabecera.
“Van a pagar por cápita y prestación. Nos sacan todos los incentivos. Y además tenes que transmitir por prestación y ellos después te devoran todo” aseguró a Infonews una de las médicas afectadas por el nuevo “modelo prestacional” o contrato de trabajo.
Los profesionales calificaron al nuevo contrato como “leonino”: no solo porque afecta al salario de los médicos sino por la manera en que fue impuesto. El 2 de noviembre, sin previo aviso, los médicos de cabecera de todo el país recibieron telegramas de despido rescindiendo sus contratos, sin derecho a indemnización. Los que quieran continuar trabajando están obligados a firmar el nuevo “modelo prestacional” si no dejarán de cobrar por sus servicios.
Y a los médicos que sí firmen el nuevo modelo prestacional, ¿los tomarán a todos? «Ninguno de los actuales médicos de cabecera de PAMI va a quedar afuera del nuevo sistema, todos son libres de adherir», sostuvo Regazzoni en su cuenta personal de la red social Twitter, luego de que la ex Presidenta, Cristina Kirchner, saliera a criticar públicamente el nuevo “modelo prestacional del PAMI”.
La situación de los médicos de cabecera del PAMI no es la mejor: muchos de ellos están contratados y en algunos casos con más de cuarenta años de antigüedad. Pero ahora la situación empeoró: su trabajo aumentará y eso no se traduce en un aumento salarial. Lo preocupante es que a todos estos ajustes los termina pagando el paciente.
El 7 de abril la obra social redujo la lista de medicamentos gratuitos con la excusa que “no tenían utilidad clínica», dijo, entonces, Regazzoni. A la luz de las modificaciones que implementó en el organismo que dirige, se puede inferir que la idea de “utilidad clínica” que tiene Regazzoni no goza de buena salud.
Fuente: infonews.com