Los activos argentinos recibieron ayer el peor golpe desde el arreglo con los holdouts, incluso superior al impacto que había tenido el «Brexit» en agosto. Los temores a que la política económica de Donald Trump impacte negativamente en mercados emergentes provocó un ajuste que se sintió tanto en el precio de las acciones como -en menor medida- en el valor del dólar. Sin embargo, el efecto más preocupante fue sobre los bonos. Las caídas que oscilaron entre el 2% y el 3% generaron un aumento del riesgo país y representan un escollo para los planes de financiamiento que el Gobierno tiene para 2017.
El detonante de esta caída en las cotizaciones de activos emergentes, en donde Argentina no estuvo al margen, tuvo como origen el empinamiento de la tasa de los bonos del Tesoro norteamericano a 10 años. El rendimiento subió hasta 2,11% anual desde 1,85% anual. No se trata de un movimiento dramático, pero significó un claro cambio de tendencia que le pegó a los títulos considerados más riesgosos.
El motivo detrás de este aumento estaría dado por lo que se espera será una política muy fuerte de endeudamiento del próximo Gobierno republicano, lo que llevaría a mayores tasas de interés. Y a su vez este factor fortalecería al dólar, impactando negativamente en el precio de las materias primas. No es casualidad que el movimiento más importante ayer haya sido una nueva ola devaluatoria en países como México, Brasil y, en menor medida, la Argentina. Al mismo tiempo, se espera que la Reserva Federal avance con nuevos aumentos de la tasa de interés de corto plazo (habría una suba en diciembre), lo que también tendría impacto en los plazos más largos.
Como había sucedido el miércoles, ayer también los bonos más largos se llevaron la peor parte. El Bonar 2046 terminó perdiendo 3% y bajó hasta niveles de u$s 104,5.
Así, está muy cerca de volver a los valores de colocación de este título en abril, cuando fue utilizado por el Gobierno para pagarles la deuda vencida a los holdouts. Pero también hubo importantes pérdidas para los bonos Discount y Par, que llegaron en este último caso a más de un 4%. El riesgo-país también se vio afectado y saltó hasta rozar los 475 puntos, con una suba de 8,5%.
Esta debilidad de los bonos representa un escollo para el Gobierno, que precisa mucho financiamiento para 2017. La buena noticia es que la agresividad de las colocaciones que llevó adelante el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, especialmente en octubre, hacen que no haya apuro por buscar nuevos préstamos hasta el primer trimestre del año próximo. La expectativa es que los mercados se tranquilicen para ese momento y que resulte más sencillo financiarse.
De todas formas, es probable que algunas colocaciones previstas queden para un poco más adelante. La provincia de Entre Ríos, por ejemplo, tenía planeado lanzar un bono de u$s250 millones, que por el momento quedo stand-by a la espera de una menor volatilidad del mercado. También Tierra del Fuego tiene pensado salir a fin de mes, pero ahora queda a la expectativa de lo que pase con los mercados. Del lado privado, Banco Macro (400 millones de dólares) y Compañía General de Combustibles (300 millones) fueron las últimas que pudieron financiarse, pero en el «pipeline» hay varias emisiones que ahora entran en zona de riesgo: Central Puerto, Genneia y Aeropuertos Argentina 2000. Todas mantienen planes para salir a colocar bonos antes de fin de año.
Marcos Wentzel, director de Puente, explicó que «si la emisión es en el tramo corto o medio de la curva de bonos, es decir 5 años, no debería haber tanto problemas. Para plazos más largos la situación se complica un poco».
Por ahora, nadie habla de mercados cerrados ni mucho menos. Ya en el año hubo un par de episodios que generaron zozobra pero luego los precios se acomodaron: el temor de una crisis china en enero y el «Brexit» en agosto. Ambos fueron sorteados con éxito y quienes se animaron a entrar en ese momento salieron beneficiados. En el caso de los mercados emergentes, ahora la atención estará puesta especialmente en China y una eventual caída del precio de las materias primas si es que el dólar continúa fortaleciéndose.
Fuente: ambito.com