Con la incorporación de un nuevo dron de última generación, el Departamento de Agronomía de la Universidad Nacional del Sur (UNS) sumó una herramienta estratégica para fortalecer la investigación aplicada, la transferencia tecnológica y el trabajo en territorio vinculado a la producción agropecuaria y la gestión sustentable del agua.
Carlos Torres Carbonell, docente del mencionado departamento e investigador en INTA Bordenave, se refirió esta mañana a la incorporación del equipo, que tiene un costo aproximado de 17 millones de pesos.
«Es un proyecto conjunto entre la UNS y el INTA Bordenave que se presentó a concurso. Salió beneficiado para la compra de este equipamiento y todo lo que se está utilizando en drones y cámaras para estos estudios de imágenes con un equipamiento de antenas para darles precisiones a sus mediciones. Lo que es más costoso del equipamiento es la antena de geoposicionamiento satelital y la cámara multiespectral. Esto permite esas imágenes de infrarrojo, que permiten, en el uso práctico, construir mapas en tiempo real del comportamiento de la vegetación con un detalle de definición de pixeles de 1cm x 1cm, por lo cual estamos impresionados. Con la antena, las mediciones tomadas tienen una precisión de milímetros, dándonos las coordenadas en las que estamos de manera exacta«, explicó el profesional en comunicación con Ahí Vamos.
«Las mediciones tomadas tienen una precisión de milímetros, dándonos las coordenadas en las que estamos de manera exacta» Carlos Torres Carbonell
«Este ha sido un año de altas precipitaciones y fue lo que nos movilizó tener este tipo de proyectos y conseguir este instrumental —contó Torres Carbonell—. Desde el INTA hay un contacto muy estrecho con los productores de la zona y en la UNS nos compatibilizamos en la profundidad de las investigaciones. Trabajos que nos costaban semanas y caminando, podemos hacerlos en unos minutos con el dron, nos permite ir topografiando y diseñando terrazas para que lo adopten los campos que quieran. Fue combinar varias cosas, una herramienta que nos permite hacer tareas más rápido, evitando inundaciones y lograr mayor producción en momentos de cambios climáticos».
«El dron nos ayuda a hacer los diseños y los trabajos con mayor velocidad. Tanto desde el INTA como la UNS tratamos que los trabajos hechos sean de aplicación, en la ciudad o en los productores agropecuarios. Sin este financiamiento que es de un organismo de aportes privados, no hubiese sido posible adquirir este equipamiento que está trabajándose en los países más desarrollados. Estamos en la primera semana que llegó el equipamiento, pudimos instalarlo y usarlo de manera soft, tomando datos y con trabajos de diseño para comenzar a ser utilizados en la zona», cerró.
