El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) lanzó un informe que resalta un récord de las importaciones de bienes de consumo en nuestro país: Totalizaron unos $1.157 millones de dólares solamente en el mes de septiembre, representando el 14,6% del total de importaciones de bienes en 2025. Entre los rubros más destacados aparecen electrodomésticos, motos y bicicletas, prendas de vestir, y también alimentos.
Juan Manuel Gispert, politólogo especialista en Economía del CEPA, expresó que «el informe tiene que ver con ponerle números a algo que vemos todos en las góndolas de los supermercados, donde habitualmente nos encontramos con cada vez más productos de otros países. Desde el CEPA evaluamos este impacto, midiendo el peso de estas importaciones en nuestra economía. La importación de US$8.000 millones de dólares en un año es el récord histórico desde 2004. Ni en 2010 cuando Argentina crecía a tasas chinas teníamos estos niveles de importación, y en una época sin cepo. Hoy vemos niveles mayores de importación que de actividad económica».
«Los rubros más llamativos son electrodomésticos, donde pasamos de importar 5.000 lavarropas por mes a 85.000, y en motos y autos donde hubo un boom. El tercer rubro que afecta mucho la producción nacional son las prendas de vestir, que creció un 99% respecto a 2023» Juan Manuel Gispert.
En términos puntuales, el especialista aseguró que «haciendo un análisis cualitativo, en rubros como alimentos, donde la Argentina es hiper competitiva, crecieron un 77% las importaciones con respecto al año pasado y un 50% respecto a 2023. A su vez, notamos un fenómeno de reconversión en empresas que hoy importan y no lo hacían antes, como Arcor; cierran sus fábricas y se dedican a importar, como también vimos en la planta de producción de Whirpool. Si se destruye el aparato productivo de nuestro país y cierran empresas que generan mano de obra directa, ¿A dónde van esos 150.000 empleos privados industriales si todos pasan a importar? Mientras crecen otros sectores como la minería o el petróleo, que son competitivos pero solo emplean a unas 10.000 personas, ¿A dónde va el resto, a qué sector económico se dirigen?».
