Cayó en las últimas horas el Gobierno de Francia tras la pérdida del voto de confianza de su primer ministro François Bayrou. 364 fueron los diputados que votaron en contra de Bayrou, superando ampliamente los 280 necesarios para derrocar su gobierno. Esto llega tras la votación para impulsar un impopular plan de ahorro de 44.000 millones de euros que incluía la eliminación de dos días festivos y la congelación del gasto público. Bayrou tan solo duró nueve meses en su cargo, tras la dimisión de Michel Barnier, quien perdió el voto de confianza el pasado diciembre.
Lisandro Sabanés, licenciado en Comunicación Social y analista internacional, explicó que «Francia tiene un sistema parlamentario donde es el Presidente quien elije al primer ministro, pero se requiere un voto de confianza del Parlamento. Ese voto lo perdió tras la presentación del presupuesto, en el contexto de un Parlamento francés que está muy dividido, donde ningún sector tiene mayoría propia. Este presupuesto rechazado incluía un importante ahorro y la quita de dos días festivos, desatando una ola de protestas bien al estilo francés, con una violencia por encima del promedio de occidente. Ahora Macron nombró a un nuevo primer ministro que tiene el mismo desafío: cómo armar una mayoría en ese parlamento tan dividido que le apruebe el presupuesto».
«Francia no tiene un sistema de Gobierno preparado para una caída, sino que está pensado para gobiernos más estables. Las elecciones siempre funcionaban de manera aceitada, pero ahora con estos niveles de polarización y emergencia de la nueva derecha, el sistema no puede contenerlos y por eso se llega a este nivel de violencia en las calles» Lisandro Sabanés.
Profundizando sobre los problemas que atraviesa Francia en este contexto, el analista marcó que «Francia está pasando por una profunda crisis; hace muchos años que no crece su economía, la deuda subió más del 100% y su déficit está por encima de los 5 puntos. Hay una sensación general de que las cosas no harán otra cosa que empeorar, no hay expectativas de mejora en el corto plazo. A todo esto se suma que el Gobierno de Macron es muy impopular, y le quedan aún dos años hasta las elecciones presidenciales. Hoy debe presentar un presupuesto con este nivel de violencia y protestas en las calles. Mientras tanto, en el Parlamento hay un bloque de izquierdas y otro de ultraderecha ambos muy fuertes. En el medio, los socialistas, el oficialismo centrista y la centro-derecha no logran armar una mayoría solida para acompañar al presidente Macron».
¿Quién es el nuevo primer ministro de Francia? Sabanés explicó que «Macron apostó a alguien de su partido político: Sébastien Lecornu, quien fue su ministro de Defensa. Es una persona con conexiones, experiencia y capacidad probada de gestión. Ahora las expectativas que tiene son las de lograr convencer a tanto la izquierda y la derecha para que se abstengan y no voten en contra del próximo presupuesto. Aún así, no sé si habrá una carta guardada, por lo que no me parece que tenga la capacidad de romper la traba que hay en el Parlamento. El problema es que ambos sectores tienen la ambición de que Macron dimita y termine llamando a elecciones anticipadas, por lo que no hay voluntad ni de la izquierda ni de la derecha en ayudarlo a estabilizar su situación».