A tan solo dos meses de las elecciones nacionales de medio término en nuestro país, el Gobierno apunta fuertemente al control del tipo de cambio, buscando evitar una suba del dólar que dificulte las posibilidades electorales del oficialismo. ¿Qué medidas está tomando el equipo económico en ese sentido?
Alejandro Vanoli es economista, y fue presidente del Banco Central entre los años 2014 y 2015. En comunicación con Radio Urbana, afirmó que «es evidente que el Gobierno nacional tiene un objetivo por encima de cualquier otro: lograr la estabilidad del dólar para que la inflación mensual no supere el 2% y así llegar en mejores condiciones a las elecciones de octubre. Este contexto de estabilidad cambiaria se da en el marco de una política económica con déficit externo y con bajas reservas, lo que indica que el tipo de cambio está claramente atrasado. Eso no es una discusión técnica económica, sino que lo puede observar cualquier persona cuando vemos la cantidad de argentinos comprando en plataformas extranjeras, o gente viajando al exterior a hacer compras. Y cuando ese atraso cambiario se junta con una apertura importadora en el marco de un mundo proteccionista, se genera una expectativa de mayor déficit externo, algo que siempre en la Argentina desembocó en una crisis».
«Aún ganando las elecciones, si el Gobierno nacional no genera consensos ni tiene políticas claras, tampoco le alcanzaría el envión de un triunfo electoral. Por esta incógnita, las grandes inversiones deciden esperar a ver qué expectativas hay de cara a las elecciones presidenciales del 2027» Alejandro Vanoli.
En ese sentido, el economista marcó que «todo esta situación exige al Gobierno subir aún más las tasas de interés, que hoy ya están muy por encima de la inflación proyectada, dañando la economía real. Más allá de esto, el Gobierno no teme desatender los problemas de la economía real que impactarán en los próximos meses porque entiende que la sociedad valora positivamente la baja de la inflación. Estos problemas pasan porque el país no logra acumula reservas, sigue aumentando el déficit, y después de octubre ya se van a sentir los efectos de una tasa de interés tan alta. Hoy los inversores se quedan en pesos por cortos plazos, lo que se llama un carry trade. Los inversores ven que convierten los pesos en dólares, y cuando ven que han ganado mucho se retiran rápidamente. Este dólar entre bandas no parece que pueda durar mucho tras octubre, porque es insostenible».
Por último y en términos más técnicos, Vanoli detalló que «todos los bancos centrales del mundo tienen herramientas para regular la liquidez de sus economías, y una de ellas es a través de las letras de liquidez. Primero llegaron las LEBACs, y luego las LELIQs que hoy se llaman LEFIs. Cualquiera sea el nombre, estamos hablando de deudas de un día con los bancos. Milei quiso eliminar estas letras envalentonado por la inflación de junio, pero cuando lo hicieron, lejos de aumentar el crédito y las inversiones de bancos en títulos públicos, se generó una suba del dólar. El Gobierno se asustó, y terminó tomando medidas como subir las tasas de interés a niveles inéditos, generando efectos contractivos. Es un alto precio por mantener el dólar artificial a niveles más bajos, y la economía real termina sufriendo por estos vaivenes».