Se celebra el día de hoy la tradicional peregrinación de San Cayetano en nuestra ciudad, así como también en distintos puntos del país. En el marco de diferentes actividades, el día de hoy se llevará adelante la procesión y la misa en la Capilla de San Cayetano, ubicada en Alberti y Panamá. Según se espera, habrá una importante movilización desde la Plaza Rivadavia, pidiendo al patrono del Pan y el Trabajo.
Pedro Fournau, obispo auxiliar de Bahía Blanca, aseguró que «hace tres días que la comunidad de la Capilla de San Cayetano viene en preparación y con distintas actividades; el primer día con una charla sobre educación y trabajo con muchos invitados, luego sobre el trabajo y los jóvenes con el grupo misionero, y ayer fue el día para celebrar y dar gracias por el voluntariado que se puso a disposición luego de la inundación en la ciudad el pasado 7 de marzo. Éste último fue un trabajo esencial, y a veces pensamos que el trabajo solo es el rentado, y en realidad cabe pensar en lo importante que fue esta labor gratuita por tantos voluntarios el día de la emergencia y luego de ella en nuestras comunidades. Hoy es el día central de la celebración, y la capilla estará abierta todo el día con celebraciones para que se acerquen los fieles y peregrinos a pedir y agradecer. Además, en Plaza Rivadavia habrá un pequeño un puesto misionero sobre Alsina desde las 10:00 hasta las 14:00″.
«En situaciones tan complejas como la actual, sería necio obviar una situación crítica como la de los trabajadores en nuestra patria, que se ha agudizado en el último tiempo. Hoy San Cayetano tiene más trabajo» Pedro Fournau.
En ese sentido, el obispo marcó que «la Capilla está abierta todo el día, siendo una presencia misionera en el corazón de la ciudad, invitando a la gente a rezar y recordándonos mutuamente la importancia de dar gracias por el pan, la providencia, la salud y para vivir estos dones no de forma egoísta e individual, sino sintiéndonos parte de una comunidad. No hay que olvidar el mirar para el costado a las necesidades de los demás y rezar por los que peor la están pasando. Hay que ser compasivos y generosos para con quienes sufren esta situación. Todos los años esta fecha es muy querida por tantísimos fieles porque toca una fibra sensible, una temática que nos hermana como lo es el trabajo».
Por último, Fournau concluyó que «estas son fechas en las que suele haber una gran concurrencia de feligreses a los santuarios, quizás lo vivimos con mayor sensibilidad. San Cayetano es querido y visitado no solo en todos de vacas flacas, sino que también de bonanza; en los primeros para pedir y en los segundos para agradecer. El milagro que le pedimos a Dios a través de él no tiene que ver con soluciones técnicas, que están en nuestras manos o en las de la comunidad, sino que queremos pedirle que toque nuestros corazones, que nos haga solidarios y compasivos, que no nos falte la salud y amplie nuestro corazón y no dejarnos arrebatar por el individualismo».